Cantar de Gesta (II)
En el post de la semana pasada os hicimos una explicación del origen y la finalidad de los poemas que destacaban en la Edad Media de España, los Cantares de Gesta. Si no pudiste leerlo no te preocupes porque a continuación te proporcionamos un enlace con el que podrás acceder a él:
Pues bien, en el artículo de hoy vamos a seguir con este tipo de literatura medieval pero centrándonos en las etapas que se distinguieron en estos Cantares de Gesta.
Primera etapa: origen
Esta etapa se desarrolló entre el siglo VIII y la mitad, aproximadamente, del siglo XII.
Fue la época en la que aparecieron los primeros Cantares de Gesta.
La extensión de estos primeros poemas era más breve de lo normal ya que constaban de unos 500 versos.
La estructura que seguían no seguía unos parámetros fijos sino que era más bien aleatoria.
Segunda etapa: florecimiento
Esta etapa dura cien años después de la anterior.
La poesía francesa tiene una gran influencia en los cantares de esta época y destacan sobre todo los intercambios bilaterales y las peregrinaciones jacobeas.
La calidad de los cantares empieza a perfeccionarse.
La extensión es más larga que la de los cantares de la etapa anterior.
La temática utilizada también se hace más complicada.
El ejemplo con diferencia de esta etapa es el célebre Cantar del Mío Cid que tiene 3.730 versos.
Tercera etapa: prosificación
Esta etapa se desarrolló entre los años 1236 y 1350.
Esta etapa es, con diferencia, la de mayor apogeo de los Cantares de Gesta por su desarrollo y su trascendencia.
En esta época se creó una nueva práctica. Los historiadores oficiales y cronistas del momento empezaron a prosificar o adaptar en prosa algunas partes de los cantares y también de cualquier hecho relevante que fuera ocurriendo en la época. Estos manuscritos eran utilizados como fuente de información y gracias a ellos supimos de la existencia de muchos cantares que no llegaron a nuestros días.
Dependiendo del caso, estas copias eran literales o más libres. Gracias a uno de estos manuscritos se pudo reconstruir al completo cantares tan célebres como El Cantar de los siete infantes de Lara.
Uno de los primeros cronistas famosos de la época fue Lucas de Tuy. Éste hizo un uso histórico de los cantares de Gesta y con ellos elaboró una de sus obras más conocidas: Chronicon Mundi, en el año 1236.
Cuarta etapa: decadencia
Se desarrolló durante la segunda mitad del siglo XIV y el siglo XV en su totalidad.
Esta fue la época de mayor esplendor del género de la crónica y la poesía lírica y cortés. Por esta razón, lo anteriormente conocido como cantares fue empezando a desaparecer. Persistieron los más emotivos e interesantes, y a éstos se les llamaba “romances”.
En la actualidad sólo poseemos dos cantares enteros: el Cantar del Mío Cid y el Cantar de las mocedades de Rodrigo y un fragmento de cien versos del Cantar de Roncesvalles.