Teoría sobre la novela de Baroja
Hoy, en este espacio, vamos a revisar las interesantes ideas que un escritor de la talla de Pío Baroja aporta sobre la novela. Veamos:
1. Técnica.
Para Baroja en la composición de un texto más que un método concreto lo que funciona es la intuición. Así, por ejemplo, él elige frecuentemente en sus novelas la forma dialogada, los personajes aparecen dibujados a base de pinceladas, los escenarios cambia constantemente con el fin de crear la sensación de movimiento y captar la atención del lector. Como ya hemos dicho, Baroja no es partidario de una técnica demasiado elaborada y, aunque en sus obras sí presenta un personaje principal en torno al cual gira la acción de la novela, el resto de los componentes no se tratan con demasiado rigor; por ejemplo, los personajes secundarios aparecen de forma continua sin que en muchas ocasiones sean realmente decisivos.
2. Tradición realista.
Baroja plantea para la novela una observación minuciosa de la realidad para plasmar en la novela de forma realista lo que en ella sucede. Así continúa con la tradición realista que iniciaran autores como Miguel de Cervantes o Benito Pérez Galdós. En la novela barojiana la sucesión de hechos no ha de tener una finalidad concreta sino que se presentan como un río de acontecimientos que fluye por un camino no trazado como sucede en la vida misma.
3. Estructura y estilo.
La estructura de las novelas de Baroja no es una estructura compleja y en muchas ocasiones la narración se vuelve caótica. Como Baroja quiere reflejar en su novela la vida tal y como es, los sucesos se presentan de forma inconexa en apariencia.
En cuanto al estilo, diremos que Baroja no se preocupa en exceso por este aspecto y pone más atención en el contenido. La exactitud y la moderación son dos características permanentes en la prosa de este autor. Por otro lado, el lenguaje es rico, variado y preciso.
4. Personajes.
Para presentar a los personajes muchas veces Pío Baroja utiliza las comparaciones con animales y que, salvo en el caso del protagonista, sirve para ridiculizarlos. Los adjetivos empleados por Baroja para definir a sus personajes generalmente son negativos e incluso pueden llegar insultantes. Se ha hablado de Baroja como un misógino por los calificativos que aplica a sus personajes femeninos, pero ciertamente, en el mundo de Baroja, ellas no son más atacadas que ellas. Además, podemos observar personajes femeninos con cualidades positivas: en La dama errante, María Aracil es una mujer con mucha más decisión y energía que su padre; en El mundo es ansí, el personaje femenino de Sacha Savarof es inteligente y no sitúa al amor como el centro de su vida; en La soledad sin remedio, Laura es una mujer apasionada que busca su propia felicidad; en El árbol de la ciencia, Lulú es independiente, humana y tierna. El bohemio también es un personaje que parece en la obra de Baroja, este es tratado con bondad y se presenta como un ser independiente y amante de la anarquía, aunque abúlico.
Normalmente los personajes de Baroja son seres inactivos pero tremendamente habladores.