Signos de interrogación y exclamación
En La guía 2000 seguimos exponiendo el uso correcto de algunos signos de ortografía que presentan dudas en su escritura. En esta ocasión, vamos a revisar cómo debemos emplear los signos de interrogación (¿?) y exclamación (¡!) en la escritura de nuestros textos.
Los signos de interrogación y de exclamación se emplean para mara manifestar en la escritura la entonación que se le ha de dar a esos enunciados que preguntan o exclaman algo. Veamos, a continuación, algunas pautas para no cometer incorrecciones al emplear estos signos ortográficos:
1. En primer lugar, hemos de señalar que los signos de interrogación en español, a diferencia de lo que ocurre en otros idiomas, son signos dobles, es decir, debemos escribir estos signos tanto al inicio como al final del enunciado.
Ejemplos:
¿Cuánto cuesta esta chaqueta?
¡Qué miedo das!
2. Los signos de interrogación y exclamación se escriben:
– Unidos a la primera y última palabra del enunciado interrogativo o exclamativo.
Ejemplos:
¿Quieres venir al cine?
¡Qué hambre!
– Separados de la palabra anterior y posterior a los signos.
Ejemplos:
María, ¿tienes hambre?
Hombre, ¡cuánto tiempo! Casi ni te reconozco.
– En el caso de que después del signo que cierra el enunciado interrogativo o exclamativo se coloque otro signo de puntuación, este se escribirá pegado al signo de interrogación o exclamación.
Ejemplos:
¿Vas a venir conmigo?, le pregunté con desgana.
¡Cuidado!, no te muevas.
3. No se escribe punto después de los signos de interrogación. El resto de signos de puntuación puede escribirse tras estos signos.
Ejemplo: Es María, ¿quieres que le diga algo? ¡Vaya!, se ha cortado la comunicación.
4. Si la pregunta o la exclamación no arranca desde el inicio del enunciado, los signos de apertura no se colocarán al principio de este sino donde comience la interrogación o exclamación.
Ejemplos:
En principio, ¿te apuntas?
Como llegue tarde, ¡qué bronca le voy a echar!
5. Los vocativos se escriben fuera de los signos de interrogación o exclamación si aparecen al inicio del enunciado y dentro si se encuentran al final.
Ejemplos:
María, ¿no me escuchas? / ¿No me escuchas, María?
Lucas, ¡cállate! / ¡Cállate, Lucas!
5. Al escribir una serie de preguntas o exclamaciones breves, estas pueden entenderse como:
– Oraciones independientes.
Ejemplos:
¿Qué quieres? ¿Qué me calle? ¿Qué no diga nada?
¡Habla! ¡Di algo! ¡No me mires así!
– Partes constituyentes de un mismo enunciado que se separan mediante una coma o punto y coma:
Ejemplos:
Mi madre me hizo todo un interrogatorio: ¿Qué has hecho?, ¿dónde has estado?, ¿con quién?
¡Qué alegría verte!; ¡qué contenta estoy!
Ahora revisemos algunos usos especiales que presentan estos signos:
1. Se emplean los signos de cierre entre paréntesis para expresar duda, en el caso del signo de interrogación, o sorpresa, si se emplea el de exclamación. La mayor parte de las veces este uso refleja cierta ironía en el enunciado.
Ejemplos:
Sería posible (?) que no me despertaras.
Ha suspendido seis asignaturas y está tan feliz (!).
2. Es posible emplear los signos de interrogación y exclamación en un mismo enunciado cuando este tiene ambos sentidos. Su escritura puede realizarse de dos maneras distintas:
– Abriendo con uno de los dos signos el enunciado y cerrándolo con el otro.
Ejemplo: ¿Cómo has sido capaz! / ¡Cómo has sido capaz?
– Empleando los dos signos abriendo y cerrando el enunciado. Esta es la más aconsejable.
Ejemplo: Pero, ¿¡Qué escuchan mis oídos!? / Pero, ¡¿Qué escuchan mis oídos?!
3. En los textos literarios pueden escribirse dos o tres signos de exclamación seguidos con el fin de aportar mayor intensidad al enunciado.
Ejemplo: ¡¡¡Hasta nunca!!!
4. Las fechas dudosas suelen aparecer entre signos de interrogación. Puede emplearse solamente el signo de cierre, pero se aconseja escribir ambos.
Ejemplo:Villar, Juan Domingo (¿1668?- 1740) / Villar, Juan Domingo (1668?- 1740).