Subordinadas adverbiales consecutivas

En este artículo nos ocuparemos del estudio de las subordinadas adverbiales consecutivas. Como su propio nombre indica, este tipo de subordinada adverbial manifiesta una acción verbal que se produce como consecuencia de la acción que expresa el verbo de la proposición principal.

Ejemplo: Está nevando, por lo tanto me quedaré en casa.

La acción verbal que se muestra en la subordinada adverbial consecutiva (por lo tanto me quedaré en casa) se produce como consecuencia de la acción que se presenta en la proposición principal (está nevando).

Conviene no confundir las subordinadas adverbiales consecutivas con las subordinadas adverbiales causales, ya que en estas últimas la acción que se expresa en la subordinada es la causante de la acción verbal de la proposición verbal.

Ejemplo: Me quedaré en casa porque está nevando.

Aunque estos dos tipos de subordinadas estén relacionadas de algún modo, observamos notables diferencias que nos ayudarán a distinguirlas en un análisis sintáctico:

a. Las subordinadas adverbiales consecutivas expresan una consecuencia, mientras que las causales expresan una causa.

b. En las subordinadas adverbiales consecutivas la proposición subordinada es la consecuencia de la acción principal, y en las subordinadas adverbiales causales la acción verbal de la subordinada es la causa de la acción principal, es decir, se invierte la relación.

Teniendo en cuenta el grado de intensidad de la acción de la proposición principal, podemos señalar dos tipos de subordinadas adverbiales consecutivas:

1. Subordinadas adverbiales consecutivas en las que no el grado de intensidad de la acción principal no determina la consecuencia que expresa la proposición subordinada.

Ejemplo: Estudio, luego apruebo.

Como nexos de este tipo de subordinadas adverbiales consecutivas podemos señalar las siguientes conjunciones y locuciones conjuntivas:

– Luego: Se ha marchado de vacaciones, luego no lo veremos hasta su vuelta.

– Conque: Me duele la cabeza, conque déjame en paz.

– Pues: Este nexo se diferencia del pues causal porque cuando aparece en subordinadas adverbiales consecutivas se coloca al final de la oración precedido de una coma.

No viene pues está enfadado. (Causal)

No viene; está enfadado, pues. (Consecutiva)

– Así que: Se suspendió el espectáculo, así que nos devolverán el dinero de las entradas.

– Por consiguiente: No me invitaron a su boda; por consiguiente no les invitaré a la mía.

– Por (lo) tanto: Esta medicación no te sienta bien, por lo tanto no debes tomarla.

2. Subordinadas adverbiales consecutivas en las que el grado de intensidad la acción principal determina la consecuencia que se manifiesta en la proposición subordinada.

Ejemplo: Hablan tan bajo que no se entiende nada.

Los nexos que se emplean en este tipo de subordinadas adverbiales consecutivas son numerosos, veamos los más frecuentes:

– De tal modo que: Lo está haciendo de tal modo que acabará en un segundo.

– De tal manera que: Corre de tal manera que llegará el primero.

– En grado tal: Se disgustó en grado tal que rompió a llorar.

– Hasta el punto de que: Ha visto esa película hasta el punto de que se sabe todos los diálogos.

– Tal + sustantivo + que: Tiene tal miedo, que no sale a la calle.

– De un + sustantivo + tal + que: Es de una pedantería tal, que no hay quien lo soporte.

– Tan + adjetivo + que: Es tan guapo, que todas se enamoran de él.

– Tan + adverbio de modo + que: Lo hizo tan mal, que sentí vergüenza ajena.

– Tanto y tan + adverbio de modo + que: Trabaja tanto y tan bien, que pronto tendrá su propia empresa.

– Tanto + sustantivo + que: Tiene tanto dinero, que no sabe qué hacer con él.

– Tanto + verbo + que o verbo + tanto + que:

Tanto comió, que tuvo que desabrocharse los pantalones

Comió tanto, que tuvo que desabrocharse los pantalones.