Lengua

Epiceno

Publicado por Pablo

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El epiceno es un tipo de sustantivo animado que se utiliza para designar a un individuo de sexo masculino o de sexo femenino, de forma independiente del género gramatical al que el propio sustantivo pertenezca.

El género gramatical es comúnmente un rasgo arbitrario de los sistemas lingüísticos naturales. Se trata de un sistema de clasificación nominal que algunas lenguas emplean y del que se valen para clasificar sus elementos nominales dentro de un número finito de clases (que suelen ser dos), y que acostumbran a llevar ciertas reglas posteriores de concordancia. El epiceno hace de superador de esta división y, aun siendo partícipe de ella (pues todo sustantivo en una lengua con división genérica pertenece a una género o a otro) es capaz de designar a elementos nominales de ambos géneros.

Además, es importante destacar que el uso de los epicenos puede variar dependiendo de la región geográfica y las normas culturales. En algunas culturas, el uso de epicenos es más común y aceptado, mientras que en otras puede ser menos frecuente o incluso considerado incorrecto. A pesar de estas variaciones, los epicenos cumplen una función vital en la comunicación, permitiendo una mayor flexibilidad y precisión en la expresión de ideas y conceptos.

Ejemplos de epicenos son los siguientes: bebé, águila, víctima, persona, cría, gorila o rata. No decimos “un bebé” y “una bebé”; tampoco “un persona” o “una persona”; en realidad, cuando decimos “un bebé” o “una persona”, y a pesar de “bebé” sea masculino y “persona” se femenina, nos referimos a elementos de ambos sexos.

El término epiceno proviene de la palabra griega ἐπίκοινος, epíkoinos, que significa “común”. Esto refleja su función en la gramática, que es la de proporcionar un término que puede ser utilizado para referirse a individuos de ambos sexos sin importar su género gramatical.

Puede que, en algunos contextos, sea de todo punto necesario distinguir el sexo del elemento al que nos referimos. En estos casos, la lengua nos provee de algunas herramientas:

  • Distinción mediante uso de artículos: “un gorila”, “una gorila”; “el bebé”, “la bebé”.
  • Distinción mediante uso de macho y hembra: “gorila macho”, “gorila hembra”.

De todas formas, las anteriores soluciones no siempre pueden utilizarse. Por ejemplo, las palabras “persona” y “víctima” no las admiten: no podemos decir en ningún caso “un persona” o “un víctima”, y tampoco podemos aplicar los términos macho y hembra a individuos humanos. La solución ha de ser por consiguiente más elaborada y necesariamente contextual. Por ejemplo:

  • La víctima, una mujer de 34 años de edad…
  • Dicha persona, un hombre que vivía solo…

En su “Gramática didáctica del español”, Leonardo Gómez Torrego define los epicenos como:

sustantivos inherentemente masculinos o femeninos que designan personas o animales sin diferenciar sexo

En su “Diccionario de uso del español”, María Moliner prefiere hablar de género epiceno, al que define como

el de las palabras que con el mismo artículo y la misma terminación designan el macho y la hembra de la misma especie.

La gramática tradicional nunca habla de sustantivos de este tipo, sino que prefiere hacerlo de género epiceno. La Real Academia de la Lengua sí incluye el concepto de sustantivo epiceno.

En la actualidad, con el creciente enfoque en la inclusión y la igualdad de género, el uso de los epicenos está ganando más relevancia. Los epicenos pueden ser una herramienta útil para promover un lenguaje más inclusivo y neutral en términos de género, ya que permiten referirse a individuos de cualquier sexo sin necesidad de especificar su género. Esto puede ser especialmente útil en contextos donde el género de la persona o animal en cuestión no es relevante o conocido.