Verbos: subjuntivo
Los verbos, como ya sabemos por la serie de artículos que venimos publicando en La guía de lengua, tienen una particularidad que no tienen otras palabras, a saber: pueden presentar no sólo variaciones de persona y número, sino también pueden variar su modo. Y sus modos son tres: el indicativo, el subjuntivo y el imperativo. En este artículo vamos a estudiar qué es y qué formas puede adoptar un verbo en su modo subjuntivo.
Al contrario que el indicativo (el modo de la realidad), el subjuntivo entra en el mundo de lo irreal, de la conjetura y de lo hipotético. Podemos decir, en indicativo que “Juan estudia mucho cuando tiene un examen”, o, en subjuntivo, que “Espero que Juan estudie mucho antes del examen”. El primero es pura información; el segundo, simple deseo o conjetura.
“Sub-juntivo”, como a nadie se le escapa, lleva el prefijo “sub”, que indica que está “por debajo” de algo. En concreto, los verbos en subjuntivo dejan de “indicar” cosas para subordinarse a otros verbos.
Los tiempos en subjuntivo son los siguientes, ordenados de pasado a futuro:
Pretérito pluscuamperfecto (o antepretérito)
Indica acciones subjuntivas que ya finalizaron (recordemos que pluscuamperfecto significa “más que acabado”).
Ignoraba que hubiera conseguido un trabajo
Presente
El presente de subjuntivo puede indicar tanto presente como futuro, e incluso puede suceder que no se perciba bien el momento en que la acción ha de comenzar.
Me han pedido que dirija el proyecto
Pretérito perfecto (o antepresente)
Gramaticalmente es un tiempo pasado, pero en la realidad es muy frecuente que desconozcamos si la acción aquí descrita está acabada o no.
Quizá haya pasado ya el autobús, porque no hay nadie esperando
Pretérito imperfecto (o copretérito)
Este tiempo, en realidad, puede referirse al pasado, al presente o al futuro.
Presente: Si no viviera por aquí cerca, no habría venido tan rápido
Futuro: Me invitaron a que regresara más adelante
Pasado: Fue una pena que no pudiera venir con nosotros
Futuro perfecto (o antefuturo hipotético)
Representa una eventualidad, algo que puede ocurrir o no. No se utiliza en el lenguaje coloquial y su ámbito de actuación está casi reducido al lenguaje judicial o penal. El futuro perfecto indica una acción que, en cualquier caso, ya ha concluido.
El que hubiere cometido un crimen será puesto en prisión
Futuro imperfecto (o futuro hipotético)
La eventualidad se describe aquí es puramente futura, inconclusa. Pero al igual que el futuro perfecto, se utiliza sólo en textos legales y/o advertencias.
El que cometiere un falta o delito será juzgado con toda presteza