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Los registros lingüísticos

Publicado por Pablo

registros.jpgLos «registros lingüísticos» son un conjunto de variaciones sociales, lingüísticas y ambientales -así como de otros tipos- que afectan al modo en que una lengua es utilizada en un contexto dado.

Estos registros se ven afectados por un muy diverso rango de variables, entre las cuales son destacables las siguientes:

– El receptor de la comunicación. Su tipología, su estatus, su procedencia, su cultura, etc.

– El canal comunicativo a través del cual se expresa el mensaje. El nivel de formalidad, coloquialidad o familiaridad con el que se asocia.

– El contexto social. Los usos y costumbres del contexto en que se produce el hecho comunicativo.

De lo anterior se infieren diversas variables contextuales que son las que, primordialmente, afectan al registro lingüístico a emplear:

– El nivel de formalidad o grado de ritualización.

– La especialización del receptor o receptores.

– El canal o medio de la comunicación.

El grado de formalidad afecta al nivel de libertad creativa asociada al uso del lenguaje. Por norma general, cuanto mayor sea el nivel de formalidad -también llamado grado de ritualización- tanto menor será la libertad o inventiva con que se emplea el lenguaje.

En un nivel de elevada formalidad, el lenguaje se emplea con mayor cuidado y atención en evitar el error. Es característico de contexto científicos, técnicos o jurídicos.

Por contra, en un nivel de menor formalidad se utiliza un registro más coloquial, marcado por la ausencia de planificación, la improvisación, la simplicidad estructural y la expresividad.

No hay que confundir el registro coloquial, derivada de la falta de exigencia lingüística, con el registro vulgar, marcado por el mal uso de la lengua y la extrema simplicidad de las expresiones.

Atendiendo al grado de especialización del receptor o audiencia, el lenguaje podrá ser más o menos especializado. Cuando emisor y receptores comparten un conocimiento o actividad, es posible que el lenguaje se especialice y se emplee un léxico específico o técnico; como, por ejemplo, en un congreso profesional.

Si entre emisor y receptores, en cambio, hay personajes de diversas procedencias profesionales, sociales o culturales, es normal que se adapte un registro estándar y se prescinda de un vocabulario demasiado específico.

El medio o canal comunicativo puede ser oral o escrito. El oral, por norma general, es menos cuidado y más improvisado, si bien existen excepciones. Podríamos citar las emisiones audiovisuales o las conferencias o ponencias, donde a pesar de ser oral, la comunicación tiende a estar planificada y elaborada con cuidado.

Por contra, los mensajes transmitidos en medios escritos es siempre formal y planificado, a excepción de las comunicaciones rápidas a través de medios electrónicos, en cuyo caso puede primarse la brevedad por encima de la corrección.