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Oraciones personales

Publicado por Pablo

orpersonales.jpg En “La guía de lengua” hemos dedicado toda una serie de artículos a hablar de las oraciones. Hemos dicho que una oración es la expresión lógica de un enunciado con sentido. Y hemos hecho múltiples divisiones y clasificaciones de las mismas, atendiendo a diferentes parámetros. Una de esas divisiones es la que distingue entre oraciones que son personales frente a oraciones que son impersonales.

Estas últimas, las impersonales, son aquellas en las que no aparece un sujeto léxico, o lo que es lo mismo, son aquellas oraciones que describen acciones o hechos que no son llevados a cabo, responsabilidad, o culpa de un sujeto (sea éste una persona, un animal o una cosa).

Por lógica, las oraciones personales son lo contrario. Es decir, una oración personal es aquella que sí cuenta con un sujeto léxico, o lo que es lo mismo: cuya acción es motivada por un sujeto de cualquier tipo.

Las oraciones personales pueden ser fundamentalmente de dos tipos, a saber: copulativas o predicativas.

Las oraciones personales copulativas son aquellas en las que el sujeto se acompaña de un predicado nominal, es decir, en las que el verbo principal de la oración es de tipo copulativo (ser, estar o parecer), y el complemento principal es un atributo. En este tipo de oraciones, el complemento verbal atributo nos ofrece alguna información referente al sujeto, y no sólo a la propia acción (“Los niños están cansados”, “Esa chica es muy guapa”). La labor del verbo es puramente funcional, y sirve únicamente para unir sujeto y atributo.

Por el contrario, las oraciones predicativas son aquellas que cuentan con un predicado verbal, comandado por un verbo no copulativo, y frecuentemente, cumplimentadas por un complemento directo, un indirecto y algún circunstancial. En realidad, la única diferencia visible entre ambas es la que ya hemos mencionado: cuando el verbo es de tipo copulativo, la oración es copulativa y el predicado es nominal; en cambio, cuando el verbo no es copulativo, la oración es predicativa y el predicado es verbal. Siguiendo los ejemplos anteriores, podríamos decir que “El juego agotó a los niños” o “Su belleza impresionó a los asistentes”.

Las oraciones copulativas no pueden pasarse al modo pasivo. En cambio, las oraciones predicativas sí. Podemos decir “Los asistentes fueron impresionados por su belleza”, por ejemplo. Pero en cambio no podemos trasladar al modo pasivo las oraciones del primer ejemplo, pues la función copulativa nos lo impide.