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Literatura mesopotámica

Publicado por Pablo

literatura-mesopotamica.jpgMesopotamia, «la tienda entre dos ríos», es un concepto geográfico que designa el espacio territorial situado en el Oriente Medio entre los ríos Tigris y Éufrates. Hoy día, este territorio está ocupado por los estados de Irak y Siria, si bien el término «Mesopotamia» no hace referencia a la actualidad, sino a la Edad Antigua y a la sucesión de imperios que conquistaron estos lugares y prosperaron en ellos.

Sumerios, acadios, asirios y babilonios dominaron la Mesopotamia antigua y desarrollaron culturas avanzadas, dejando un legado artístico y literario de enorme valor.

Todas estas culturas tuvieron bastantes aspectos en común (hasta tal punto que muchos estudiosos las engloban dentro de una gran «civilización mesopotámica»), y por ello es posible hablar de «literatura mesopotámica» sin caer en un error conceptual; aunque se ha de ser muy preciso a la hora de esbozar sus características comunes.

Uno de los mayores intereses que presente el estudio de la literatura mesopotámica es el hecho de que partiera de cero. Durante esta larga época, los habitantes de estas tierras pasaron de utilizar la escritura para objetivos puramente administrativos a empezar a emplearla con una visión proto-literaria: fijar leyendas, explicar hechos, dar cuenta de noticias y cambios.

La literatura sumeria fue la primera, y de ella heredaron muchos temas sus sucesoras. El elemento mitológico (o mejor religioso) estuvo siempre presente en ella, pues muchas obras trataban de esbozar la personalidad de los dioses: Enli (el dios principal), Inanna (la diosa del amor y de la guerra, la posterior Atenea griega), y Ninhursag (la diosa de las montañas) fueron los más «citados» en la literatura.

Es difícil distinguir en géneros una literatura tan temprana, pero básicamente existieron himnos, consistentes en alabanzas a dioses, reyes o ciudades; y lamentaciones, que relataban grandes sucesos de índole catastrófica, como inundaciones, destrucciones de ciudades y abandonos de templos.

El «Poema de Gilgamesh» fue el primer ejemplo de literatura sumeria y uno de los más conocidos. Se trata de una narración, de naturaleza épica, que entraría dentro de las alabanzas a los reyes.

El otro gran hito de la literatura mesopotámica es muy posterior y de distinta naturaleza: el «Código de Hammurabi», una extraordinaria recopilación legal de indiscutible valor jurídico e histórico, pero también literario.;

Las obras literarias de la época se fijaban en piedra o en arcilla, y para ella se empleaba una escritura conocida como cuneiforme, que empleaba cuñas de diversos grosores y en distintas direcciones y ángulos para expresar diferentes ideas. Algunas de estas piedras talladas aún se conservan y son auténticas joyas de la literatura universal.