La literatura árabe preislámica
La primera etapa de la literatura árabe fue llamada, curiosamente, la literatura de la ignorancia. La palabra árabe es, concretamente, yâhilîya, que significa ignorar. Quizá el uso de este término no sorprenda tanto si lo explicamos. Como todo el mundo sabe, hoy día se asocia la etnia árabe con la religión islámica, de tal forma que parecen dos realidades que siempre han vivido unidas. Pero nada más lejos de la realidad, cuando Mahoma empezó a predicar por las llanuras desérticas de Arabia, ya existían allí numerosas sociedades tribales de etnia árabe, que tenían, naturalmente, su propia literatura. Así que esta literatura de la ignorancia corresponde, hablando con precisión histórica, a la literatura preislámica. El término ignorancia se refiere, de forma despectiva, a la época en la que estos pueblos aun no habían recibido la sabiduría, el mensaje de Alá a través de Mahoma.
En cualquier caso, destacaban en esta época las casidas, prototipo de canción lírica árabe. Se saben muy pocas cosas de la prosa de aquella época, pero se supone que eran relatos no muy extensos de leyendas remotas y proverbios. La poesía, según se cree, se transmitía oralmente a través de los llamados ruwat, una figura parecida a la de los rapsodas griegos y los trovadores medievales.
Estos poemas, por lo poco que sabemos, destacaban por su perfección formal, lo cual resulta sorprendente si se tiene en cuenta que se transmitían de una forma oral. Debían ser, por tanto, sumamente importantes para aquellas sociedades. Sabemos que se cantaba sobre la suerte y el orgullo de pertenecer a una tribu, de las hazañas heroicas en guerras y batallas, y de algunas ideas morales y amorosas. El papel de los poetas, parece ser, era esencial en la Arabia preislámica. Y es que, además de poetas, eran guerreros, razón por la cual gran parte de su poesía versaba sobre la fuerza, el valor y la lucha. Aun así, había lugar también para otro tipo de poetas más refinados, que cantaban acerca de los placeres y virtudes de la vida sedentaria en cortes y palacios.
Nuestro conocimiento de esta literatura preislámica es, como puede verse, muy limitado, y esto es porque los documentos que se han conservado de aquella época son muy pocos y se encontraron en un estado muy deficiente.
Además, la literatura yâhilîya, o preislámica, ha sido en su mayor parte conocida, a través de textos posteriores, es decir, que fueron poetas y escritores islámicos los que se encargaron de anotar por escrito ese magnífico corpus poético. Es fácil, pues, ver la fundamental importancia que este oscuro y desconocido período desempeñó en la formación de la grandiosa literatura árabe que vendría después.