Literatura árabe
En general, entendemos por literatura árabe todos aquellos textos escritos en lengua -y no en alfabeto- árabe. Es importante entender la matización ya la que, por ejemplo, la literatura persa utiliza el alfabeto árabe pero no el idioma árabe. De asimilarlas estaríamos cometiendo el mismo error que si considerásemos la literatura portuguesa, o la francesa, lo mismo que la española simplemente por utilizar el alfabeto occidental.
Solucionado este tema, pasemos a ocuparnos de la historia de esta literatura. Se considera que emergió en el siglo VI d.C., a la vez que surgió la potente y duradera civilización musulmana nacida de las enseñanzas de Mahoma. De hecho es el Corán, libro sagrado del Islam, la principal fuente de la literatura árabe.
Tan importante es el Corán que entre los propios musulmanes se conoce el período anterior como Jahuliyyah, o época de la ignorancia (y no solo religiosa, sino también literaria). Una vez reunidas por escrito las enseñanzas del profeta, la literatura árabe despegó con la misma fuerza que el resto de su cultura. El árabe utilizado en su redacción se considera el árabe clásico, y de él surgieron dos grandes ramas de escritura que llenarían en principio todo el espectro de la literatura árabe. Una de ellas es la que se ocupó del estudio del Corán y las demás enseñanzas del profeta. La otra se ocupó de narrar la vida del mismo, las de sus amigos, colaboradores y familiares.
Siendo el Corán una obra fundamentalmente escrita en verso, y siendo su influencia en la cultura posterior tan importante, no es sorprendente que la gran mayoría de la literatura árabe (al menos hasta el siglo XX) fuera poética. Incluso la poca prosa de la época era difícilmente distinguible, dada la gran cantidad de alusiones poéticas que contenía.
A finales del siglo IX se empezaron a hacer populares las compilaciones, libros que reunían una gran colección de textos de diversa naturaleza sobre un mismo tema. También proliferaron los manuales de las más diversas materias.
Poco a poco, las compilaciones fueron haciéndose más exquisitas y en ellas empezaron a proliferar escritos de ficción. De este desarrollo surgió la obra de ficción más conocida de la literatura árabe: Las mil y una noches.
A partir de ahí el desarrollo tanto temático como genérico de esta literatura no paró de crecer. La poesía se mezcló con la prosa para dar lugar a la maqama, un género de carácter divertido y sumamente ecléctico. La poesía romántica y el teatro proliferaron igualmente a partir del siglo XI, aunque habían existido de forma menos popular desde el siglo VII.
Lamentablemente, la literatura árabe perdió vigor y protagonismo a medida que lo hizo la fuerza política y económica de su civilización, a cuya suerte siempre estuvo ligada. La caída del Califato Abbasí marcó una edad oscura larga y difícil, hasta que en el siglo XIX la cultura recobró su antigua fuerza, dando lugar a la literatura árabe moderna.