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El morfema

Publicado por Pablo

morfema.jpgNormalmente se dice que todas las palabras están compuestas por una raíz o lexema, pero esto no es del todo cierto, no, al menos, en cuanto a todas las palabras. En realidad, las palabras, todas ellas, están compuestas por al menos un monema, que es la unidad mínima portada de significado pero no necesariamente de significado semántico. Dentro de esa categoría, el monema, existen aquellos monemas que aportan de hecho contenido semántico, que son los llamados lexemas, y existen aquellos otros monemas que se encargan de aportar contenido gramatical. Estos últimos son los llamados morfemas.

Piénsese en palabras como “el” o “los”, como “con” o “aunque”, como “estos” o “aquellos”, como “y” o “ni”, como “cualquiera” o como “en” o “entre”. Todas estas, preposiciones, conjunciones, y determinantes, están compuestas por monemas, pero no son palabras que se puedan definir semánticamente como “libro”, “viaje” o “casa”. Son palabras que aportan contenido gramatical, no semántico. O más sencillamente: son morfemas.

En realidad, existen varios tipos de morfemas. Los antes citados se llaman morfemas independientes, porque si bien normalmente los morfemas se encuentra en una situación bastante dependiente de los lexemas, en estos casos concretos los morfemas alcanzan algo de independencia. Son, en particular, los determinantes, las preposiciones y las conjunciones.

Luego están los morfemas dependientes, que van siempre ligados físicamente a los lexemas y forman con ellos la mayoría de las palabras del idioma. Existen dos tipos de morfemas independientes: los derivativos y los flexivos.

Los morfemas dependientes derivativos son fundamentalmente los prefijos, los sufijos y los interfijos. Estos añaden contenido gramatical a las palabras bien anteponiéndose al lexema (los prefijos, normalmente de raíz griega o latina), bien posponiéndose al lexema (los sufijos, muchas veces sujetos a particularidades regionales), bien interponiéndose entre el lexema y otro sufijo (los llamados infijos).

Los morfemas flexivos, por último, son los más desconocidos al carecer de un cuerpo gramatical considerable. Estos morfemas son en realidad los más numerosos, pues se encargan de llevar a cabo las variaciones gramaticales principales en los sustantivos, los adjetivos y los verbos. En particular, aportan información sobre género y número en sustantivos y adjetivos, y sobre tiempo verbal, modo, persona y número en los verbos. Los morfemas flexivos son constitutivos y no aportan ni modifican el significado básico de los lexemas a los que acompañan, pero sí los actualizan y los ayudan a guardar relación gramatical con los demás elementos constituyentes de la oración.