Morfemas flexivos vs. morfemas derivativos
En el artículo de hoy nos adentramos en el mundo de la morfología con la intención de descubrir cuáles son las diferencias existentes entre los morfemas flexivos y los morfemas derivativos. En primer lugar, haremos un breve repaso de las características principales de ambos morfemas:
Los morfemas flexivos son una serie de morfemas no dependientes, que simplemente añaden una información de tipo gramatical y se colocan al final de las palabras a modo de desinencias. Existen distintos tipos de morfemas flexivos, tenemos:
a. Morfemas flexivos nominales: donde se incluyen los morfemas de género (femenino y masculino) y número (singular y plural).
Ejemplos: gato / gata.
gato / gatos.
b. Morfemas flexivos verbales: que aportan información acerca de la persona, el número, el tiempo, etc. del verbo.
Ejemplo: Come- mos: primera persona del plural del presente de indicativo.
Los morfemas derivativos operan cambios en el significado de las palabras. A un lexema o raíz se añade uno o varios morfemos derivativos constituyendo una nueva palabra con un nuevo significado. Estos morfemas necesitan otros elementos para formar palaras, puesto que ellos solos no pueden constituir una palabra. Normalmente, afectan al tipo de categoría gramatical, cambiando esta al añadir el morfema derivativo. Teniendo en cuenta el lugar que ocupan en una palabra encontramos dos tipos:
a. Morfemas derivativos prefijos: se sitúan delante del lexema o raíz.
Ejemplo: Pre-decir.
b. Morfemas derivativos sufijos: se colocan detrás del lexema o raíz:
Ejemplo: bell- eza.
Ahora ya, podemos señalar los siguientes aspectos como rasgos que ayudan a diferenciar un tipo de morfema del otro:
1. La regularidad es un rasgo distintivo de los morfemas flexivos, su significado es fácilmente imaginable, por ejemplo el morfema flexivo -s significa plural, es algo predecible; sin embargo un morfema derivativo como -ada, puede significar contenido o golpe (cucharada, cachetada) y, por consiguiente, su significado es meno predecible.
2. Otro rasgo del que podemos hablar es la productividad, los morfemos flexivos pueden añadirse a un número mayor de palabras; así, por ejemplo, el morfema flexivo -s puede añadirse a todos los nombre, mientras que un morfema derivativo como -ero solo puede agregarse a una serie determinada de sustantivos.
3. También nos puede ayudar a diferenciar morfemas flexivos el hecho de que un morfema derivativo no es imprescindible para expresar un significado concreto, ya que este puede expresarse mediante una paráfrasis. Por ejemplo, el contenido expresado por la palabra “invertebrado”, que contiene el morfema derivativo in-, puede expresarse mediante la paráfrasis “no vertebrado”. Esto no ocurre, sin embrago, con los morfemas flexivos, cuyo significado no puede ser expresado mediante rodeos expresivos.
4. Algunos prefijos derivativos varían la categoría gramatical a la que se añaden, cosa que nunca ocurre con los morfemas flexivos. Así, la palabra “lejos” que pertenece a la categoría gramatical del adverbio, puede convertirse, por ejemplo, en un sustantivo como “lejanía” al agregarle un morfema derivativo.
5. Normalmente, los morfemas flexivos son el resultado de la concordancia con otro elemento de la oración, mientras que en los derivativos nada tiene que ver el aspecto de la concordancia. Por ejemplo, el niño guapo > los niños guapos.