Evolución del vocalismo tónico latino
Ya hemos dedicado otros artículos al latín, lengua importantísima que dio origen, entre otros, al idioma que hoy empleamos nosotros, el español. En este post vamos a revisar cómo se produjo la evolución del vocalismo tónico latino. Veamos:
1. EVOLUCIÓN CONDICIONADA POR YOD.
En Latín vulgar las vocales tónicas sufrieron metafonía (cierre articulatorio) ejercida por una semiconsonante [j] o por una semivocal [ i ]: la YOD. Este elemento cerrado estaba situado en diferentes posiciones e hizo que la vocal tónica se cerrara un grado:
– a > e > e > i.
– o > o > u.
Sin embargo, en ocasiones, la yod no afectó a la vocal tónica.
Se distinguen cinco contextos en que la yod puede inflexionar a la vocal:
1. La yod está en contacto con la vocal en forma de [ i ]:
– Un hiato latino: LAICU > láiko > láigo >légo.
– Síncopa de consonante: CANTA(V)I > kantái > kanté.
– Metátesis: AREA > árja > áira > éra.
– Vocalización de consonante: LACTE > lákte > láite > léche.
2. La yod latina vulgar que permanece hoy (en contexto de consonante oclusiva y labial):
-SUPERBIA > sopérbja > sobérbja.
3. DY, GY >/y/.
4. LY, K´L, G´L > /l/ >/z/ >/x/.
5. NY, GN > /n/ y /in/> /n/, respectivamente.
Los contextos más poderosos son el primero y el segundo, ya que afectan a más vocales; el tercero y el cuarto son más débiles y el quinto sólo afecta a una vocal.
2. DIPTONGACIÓN DE E Y O.
En español E y O diptongaron tanto en sílaba trabada como en sílaba libre. Otras lenguas, como el francés o el italiano, diptongaron sólo en sílaba libre y otras no diptongaron, como el portugués. Así pues, la diptongación es un fenómeno romance y no del latín vulgar, pues no es igual en todas las lenguas romances.
Sin embargo, el español y el rumano diptongan siempre y el sistema vocálico se reduce un grado, quedando sólo 5 vocales.
En castellano la yod impidió la diptongación, no así en otras lenguas romances como el leonés, el aragonés o las lenguas mozárabes.
REDUCCIÓN DE DIPTONGOS.
E > é > jé > í
O > ó > wé > é
– Diptongo [jé]:
1. En contexto de lateral palatal (-ELLUM, -ELLA): CASTELLA > kastéla > kastjéla > kastíla.
2. –S en posición implosiva trabando E (a veces no reduce): VESPA > béspa > bjéspa > abíspa; FESTA > fésta > fjésta.
3. En posición inicial absoluta diptonga pero pasa a [y] para reforzarse: HERBA > érba > jérba > yérba.
– Diptongo [wé]:
1. Tras líquida /r/ o /l/ agrupada con otra consonante: FRONTE > frwénte > frénte.
2. Nasal trabando sílaba, pero no siempre: MONTE > mónte.
3. EVOLUCIÓN CONDICIONADA POR WAU.
La wau puede ser [w] semiconsonante o [u] semivocal y hay que distinguir entre la w primaria, la del latín, y la w secundaria, que aparece en la evolución romance.
– W PRIMARIA: suele desaparecer, en pocos contextos se mantiene:
– kw + a: QUANTUM > qwánto.
– vocal + kw + a: AQUA > ágwa
-W SECUNDARIA: surge de O:
– SEGONTIA > sigwénsa.
4. EVOLUCIÓN DE LA VOCAL U.
La vocal U en latín vulgar sufrió una serie de transformaciones que la llevaron a convertirse en la vocal O en español. Este cambio se produjo en dos fases: primero, la U se convirtió en una semivocal [u], y luego, esta semivocal se convirtió en O. Este proceso se puede observar en palabras como «lupus» (lobo) y «cubitus» (codo).
5. EVOLUCIÓN DE LA VOCAL I.
La vocal I en latín vulgar también sufrió una serie de transformaciones que la llevaron a convertirse en la vocal E en español. Este cambio se produjo en dos fases: primero, la I se convirtió en una semivocal [i], y luego, esta semivocal se convirtió en E. Este proceso se puede observar en palabras como «vinum» (vino) y «minima» (mena).
6. EVOLUCIÓN DE LA VOCAL A.
La vocal A en latín vulgar se mantuvo en español, pero sufrió una serie de cambios fonéticos que la llevaron a tener una pronunciación más abierta. Este cambio se puede observar en palabras como «amare» (amar) y «patrem» (padre).
7. EVOLUCIÓN DE LA VOCAL E.
La vocal E en latín vulgar se mantuvo en español, pero sufrió una serie de cambios fonéticos que la llevaron a tener una pronunciación más cerrada. Este cambio se puede observar en palabras como «bene» (bien) y «nemus» (nido).
8. EVOLUCIÓN DE LA VOCAL O.
La vocal O en latín vulgar se mantuvo en español, pero sufrió una serie de cambios fonéticos que la llevaron a tener una pronunciación más abierta. Este cambio se puede observar en palabras como «domus» (casa) y «corpus» (cuerpo).