Menédez Pidal
Ramón Menéndez Pidal comienza los estudios de lingüística histórica del español desde una perspectiva moderna, los estudios filológicos sin su contribución no se hubieran desarrollado en el modo en el que lo han hecho. Por tanto, hemos de decir que su figura es una de las más destacadas dentro del estudio de las letras españolas.
Nació en la ciudad gallega de A Coruña en el año 1869 y posteriormente viviría en Madrid, ciudad donde fue catedrático en la universidad. Fue el fundador del Centro de Estudios Históricos y también de la Revista de Filología Española, que han resultado importantísimos para la lengua y cultura españolas. En él se funden la sensibilidad de otro importante estudioso como fue Menéndez Pelayo y la vertiente filológica de Milá. Menéndez Pidal, además, creo escuela y son muchos los críticos de prestigio que siguieron sus estela. Este filólogo e historiador fue un hombre de ciencia. En su faceta de historiador, realizó una gran labor construyendo los prólogos de La Historia de España, donde se observa una gran perfección didáctica y una gran capacidad de pensamiento. En el campo filológico, Menéndez Pidal aportó un método preciso y definitivo de edición y, así, la ciencia se incorporó a la lengua. Él empleo este método en las ediciones de obras como Poema de Mio Cid, Razón de amor, La leyenda de los infantes de Lara, Poema de Yusuf, en Orígenes del español o en su Gramática histórica del español, etc. e inicia una nueva forma de estudio en el campo de la crítica literaria.
En los años ochenta y noventa con el Poema de Mio Cid y La leyenda de los infantes de Lara, Menéndez Pidal establece las normas que seguirá a lo largo de toda su carrera empleando un método analítico, a diferencia de Menéndez Pelayo que usaba un método sintético. En su obra, el filólogo al comparar textos y literaturas encuentra una serie de términos que definen la literatura española frente a las demás, como por ejemplo tradicionalismo, sobriedad, idealismo, anonimia, individualismo, etc. Así podemos leerlo en libros como Los españoles en la historia o Los españoles en la literatura. Si queremos conocer de buena mano la literatura española de la Edad Media hemos de leer los estudios de Pidal: El Romancero, El romancero español, Flor nueva de romances viejos, Romancero hispánico.
También es Menéndez Pidal quien da nombre al Libro de Buen Amor, defiende la visión de La celestina como una obra de teatro y la doble autoría. El lenguaje es también objeto de estudio en obras como La lengua de Cristóbal Colón, el estilo en de Santa Teresa y otros estudios sobre el siglo XVI o en los textos de autores de Lope, Tirso de Molina, Miguel de Cervantes, etc.
La importancia de los estudios de Pidal es tal que no solo sirven a los filólogos sino que también son útiles para los historiadores, los filósofos, los políticos, los sociólogos, etc. Además, Menéndez Pidal no sólo es un autor para el lector especializado sino que resulta de interés para el gran público.