Lírica tradicional castellana
Durante mucho tiempo se creía que las primeas manifestaciones de la lírica castellana eran los poemas épicos, concretamente el Poema de Mio Cid. Pero con el paso de los años y los diversos estudios que se realizaron sobre el tema, entre ellos el de Menéndez Pidal en el año 1919, se descubrió que en Castilla, al igual que en otras zonas de la península, también se habían producido poemas de carácter popular y, por consiguiente, existía una tradición lírica anterior a la épica. Las canciones castellanas se equiparan, pues, con otro tipo de composiciones de la época como son las jarchas o las cantigas de amigo; ya que, estas tres modalidades de poesía popular comparten temática y forma.
En cuanto a la fecha en que se inició su composición, hemos de decir que las canciones castellanas fueron las últimas en aparecer. Las primeras canciones que tenemos recogidas por escrito pertenecen al siglo XV; mientras que, las primeras jarchas que tenemos es nuestro poder datan del siglo XI y las primeras cantigas del siglo XIII. Podemos explicar esta aparición tardía de las canciones castellanas por la ausencia de autores cultos que las trasladaran a papel, a diferencia de lo que ocurrió con las jarchas y cantigas que sí contaron con personas cualificadas para su transmisión por escrito. A pesar de esto, resulta evidente que todas estas composiciones nacieron de una lírica popular y tradicional de carácter oral que más tarde sería recogida y conservada para su lectura.
Respecto a la temática tratada en las canciones castellanas hemos de apuntar que se trata de una amplia y variada temática. Se tratan todos los temas que tenía una especial relevancia para los habitantes de un pueblo, por ejemplo las fiestas, las bodas, la vendimia, la siega, temas infantiles, llantos por la muerte de alguien cercano, etc. Pero, como normalmente ocurre en la literatura el tema que aparece con mayor frecuencia en estas canciones es el amor. Tanto es así, que las composiciones que versan sobre este tema pueden clasificarse de la siguiente manera:
1. Las albas: Al amanecer, por eso su nombre, una joven canta estas canciones mientras espera a su amigo, es decir, al amado.
2. Las albadas: en estas canciones se cuenta a modo de lamento cómo al llegar el alba los amantes han de separarse.
3. Las mayas: en ellas se relaciona el esplendor de la primavera y el mes de mayo con los sentimientos amorosos.
4. Las canciones de serrana: la sierra es el escenario de estos poemas y normalmente muestra como un caballero despistado se encuentra con una serrana con la trata asuntos de amores.
La forma usual que se empleaba para la creación de canciones era el villancico, cuya estructura está compuesta por un estribillo que aparece al inicio del poema y que se extiende a lo largo de dos a cuatro versos. A continuación, aparecía una glosa que desarrollaba el tema en villancico y que generalmente tenía la estructura del zéjel de origen andaluz y árabe.
Para terminar, señalaremos que aunque estas composiciones eran sencillas, carecían de grandes artificios y el vocabulario empleado no presentaba gran dificultad, lograban transmitir una gran intensidad.