Juan de Mena
Juan de Mena es un escritor cordobés que vivió durante la primera mitad del siglo XV. Se licenció en artes en la universitaria ciudad de Salamanca y quizás también realizara algunos estudios teológicos. Realizó viajes por Italia y posteriormente fue secretario de cartas latinas y también cronista de Juan II. Dominaba idiomas como el italiano y el latín y sentía admiración por los autores clásicos, así como por autores italianos como Petrarca, Dante o Bocaccio. En este hombre prerrenacentista se funden dos de los aspectos principales del intelectual de la época: el gusto por los clásicos y el conocimiento del humanismo que se desarrolla en el territorio italiano.Además poseía un gran conocimiento del lenguaje como podemos observar en la Gramática de Nebrija, quien se sirvió de escritos de este autor para argumentar sus teorías lingüísticas.
Normalmente, su poesía ha sido dividida por los estudioso en dos:
1. Poesías que sigue los pasos de la poesía tradicional del medievo donde los poemas amorosos relacionados con la literatura provenzal y galaico-portuguesa y los de carácter doctrinal que alaban la figura de su rey son los predominantes. El octosílabo es el tipo de verso más empleado y el pie quebrado la estrofa preferida.
2. Poesía italianizante influida por Dante y Petraca con dominio absoluto por parte del escritor de la octava dodecasílaba. Es una poesía dirigida a una minoría culta, con frecuentes alegorías, alusiones mitológicas y un lenguaje complicado y culto que se acerca al barroco.
La obra más destacada de Juan de Mena es claramente el Laberinto Fortuna. Esta composición formada por 297 coplas de arte mayor está dedicada a Juan II y fue terminada en el año 1444. Mediante las tres ruedas de la fortuna y las esferas del sol, la luna y las estrellas, Juan de Mena realiza una alegoría que recuerda a Dante y que está destinada a denunciar la corrupción de tipo moral que existe en aquel momento. Según él, el rey será el único que podrá corregir la estructura política y reestablecer los valores morales que la sociedad debe poseer. En esta obra podemos observar, además, como los elementos religiosos y paganos se combinan sin llamar demasiado la atención, lo que anuncia ya esa visión renacentista que combina lo pagano y lo cristiano. La mitología clásica y un vocabulario latinizado son también aspectos destacables del Laberinto Fortuna.
La obra de Juan de Mena fue alabada por otros autores como el ya mencionado Nebrija, Fernando de Rojas o Juan del Encina y su poesía apareció en cancioneros de forma reiterada y estudiada con interés por los expertos, llegando a conclusiones como la que expone María Rosa Lida al señalar que Laberinto Fortuna es una obra que sirve de lazo entre la literatura de la Edad Media y la del Renacimiento.
Otras obras escritas por Juan de Mena son: Omero romançado, una traducción de Ilias latina, de Seudo Píndaro tebano y textos en prosa como Comentario a la coronación del marqués de Santillana, Memorias de algunos linajes antiguos y nobles de Castilla, Crónica de Juan II o Tratado de amor.