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José Zorrilla y el mito de don Juan

Publicado por Aroa Plaza

Tenorio_1922

El escritor vallisoletano José Zorrilla comenzó su carrea literaria escribiendo poesía, con este género se daría a conocer en los círculos literarios de la ciudad de Madrid al leer unos versos en el entierro del afamado escritor Mariano José de Larra; pero, en realidad, el género que le proporcionaría mayor éxito y lo convertiría en el escritor por excelencia del siglo XIX sería el teatral. En las piezas teatrales era donde Zorrilla desplegaba todo su buen hacer y las dotaba de una musicalidad y elocuencia que le distinguían del resto de escritores de teatro. Esta brillantez en su forma de componer no le alejaba en absoluto del público, pues siempre fue un autor que se mostró cercano al sentir del pueblo español. Su obra dramática es amplia; pero, si hemos de nombra algunos títulos, señalaremos obras como El zapatero y el rey, El puñal del godo, Sancho García, Traidor, inconfeso y mártir y, sobre todo, su obra más laureada Don Juan Tenorio.

En el año 1884 ve la luz el Tenorio de Zorrilla, el cual estaba basado en la obra de Tirso de Molina titulada El burlador de Sevilla. La historia acontece en la ciudad de Sevilla, allí don Juan Tenorio rivaliza con su antagonista don Luis Mejía en acciones como las de dar muerte a un mayor número de caballeros, saltarse toda clase de leyes y deshonrar mujeres. Como golpe definitivo para conseguir vencer a don Luis, don Juan decide que una novicia caiga rendida a sus pies y la elegida será doña Inés. Pero en su intento de conquista la trama toma un giro inesperado para don Juan, que se enamorará locamente de la novicia. Finalmente, gracias a la intervención de doña Inés, don Juan conseguirá la salvación de su alma a pesar de todas las tropelías cometidas a lo largo de su vida. Esta obra, cuyo tema principal es el amor, ha alcanzado un gran éxito tanto en España como en Hispanoamérica, reflejo de ello es el hecho de que aún hoy en día esta obra siga representándose en los teatros cada uno de noviembre.

A partir de esta obra la figura de don Juan se ha convertido en un mito que se ha empleado en distintas manifestaciones artísticas e ha ido evolucionando a lo largo de los siglos.

En El Burlador de Sevilla, don Juan atropelló toda clase de leyes y burló un gran número de mujeres, pero no llegó salvar su alma antes de morir pues el tiempo que pensaba que tendría para arrepentirse de sus pecados no le fue otorgado. A diferencia de lo que ocurre en la obra de Zorrilla, donde don Juan es salvado por el amor de doña Inés.

No solo fueron autores españoles quienes se hicieron eco de este mito en sus obras; así, por ejemplo, Cicognini lo hace en Il convitato di pietra; Molière en su Don Juan.

A partir del siglo XIX el mito que se mantiene en la literatura universal es el del don Juan que se arrepiente y obtiene la salvación. Podemos encontrarlo, con distintos matices, en obras como La última noche de don Juan, de Edmond Rostand; en las Sonatas, de Valle-Inclán; en el Hombre y Superman, de Bernard Shaw o en El mito de Sísifo, de Albert Camus.