Caso locativo
El caso es un concepto lingüístico que, a pesar de haber sido ignorado por muchos lingüistas, sigue siendo útil para explicar determinados cambios que la función gramatical produce en una palabra dada. Decimos «ignorado» porque el caso es propio, al menos originalmente, de las lenguas que cuentan con desinencias, de forma que en el español podría parecer, incluso, inapropiado utilizarlo. No es así, puesto que el caso ha terminado utilizándose para definir el uso de ciertos morfemas flexivos cuya aparición está sujeta a la de determinada función gramatical.
Así, cada caso es la variación sufrida por un palabra o por un grupo de palabras en función de la relación gramatical que guarde con el núcleo de un sintagma nominal. Dicho de otro modo, el caso es el encargado de marcar, de manera única, cada tipo de relación gramatical que pueda darse en una lengua determinada. En español, este marcaje se hace por medio de los llamados morfemas flexivos. En otras lenguas puede hacerse de diferentes maneras. Otra definición podría postular que el caso es la asignación de un marcaje morfosintáctico a un elemento de la oración, según cuál sea el papel que ésta desempeña en el predicado verbal.
Los casos pueden entenderse, como vemos, también en forma universal. Si bien no están presentes en todas las lenguas tal cual casos, sí lo está su función o si concepto. Así, la gramática generativa ha hecho del estudio de los casos una importante fuente de interés, si bien caracterizándolos primero como casos sintácticos y abstractos —y no morfológicos.
El caso locativo es una de las posibles formas de marcaje que venimos citando. Se emplea en no muchas lenguas, entre las que podemos citar la lengua polaca, las lenguas bálticas modernas, las lenguas eslavas, la lengua turca, la lengua sánscrita, la lengua india (si bien su uso es poco común y se circunscribe, normalmente, a contextos literarios) y la lengua latina. También existen en el idioma finés, si bien éste no cuenta con un caso locativo sino con seis (elativo, inesivo, ilativo, adesivo, alativo y ablativo) que utiliza para expresar diferentes elementos de la localización. Con más aún cuenta el húngaro, idioma que se provee de nueve casos relacionados con lo que nosotros entendemos por locativo.
En la mayoría de los casos, el caso locativo se corresponde con la función de ciertas expresiones preposicionales, tales como «en» o «al lado de», puesto que se utiliza para indicar la localización de una determina acción, ya sea en su inicio, en su final o en algún momento de su desarrollo. De esta forma, en algunas lenguas —como el ruso— el caso locativo se conoce con otro nombre: caso preposicional.