Categorías y funciones
Como sabemos, la oración es una estructura gramatical que está constituida por dos elementos nucleares: el sujeto y el predicado. Estos términos no son vagos ni arbitrarios, sino que hacen referencia a funciones, es decir, a las relaciones que se establecen entre los distintos elementos de la oración.
La función del sujeto puede ser desempeñada por distintas categorías de palabras (por tres, en realidad: un sustantivo, un pronombre o un elemento sustantivado) o por diferentes unidades gramaticales (o bien un grupo nominal, o bien una oración subordinada). Quizá se entienda mejor si atendemos a algunos ejemplos. Veamos:
Juan compra un pájaro azul
El muchacho compra un pájaro azul
Un muchacho alto de Madrid compra un pájaro azul
Él compra un pájaro azul
Aquel chico que vino a nuestra casa compra un pájaro azul
Juan y su novia compran un canario azul
En realidad, todas las palabras y unidades gramaticales destacadas en negrita desempeñan la función de sujeto (pues, como podrás observar, todas esas unidades concuerdan con tiempo verbal del núcleo del predicado). Sin embargo, en cada uno de los casos nos encontramos con diferentes formas gramaticales: “Juan” es un nombre propio; “el muchacho” es un grupo nominal formado por un determinante y un nombre común; “aquel chico que vino a nuestra casa” es un grupo nominal que incluye una oración subordinada de relativo… Cada uno es, pues, distinto.
Por otro lado, un mismo elemento gramatical puede desempeñar diferentes funciones dentro de la oración. Veamos algunos ejemplos:
El pájaro azul ha volado
Parece un pájaro azul
Juan compra un pájaro azul
He visto la jaula de un pájaro azul
Me despido del pájaro azul
Llegó con el pájaro azul
Si atendemos a las oraciones anteriores, nos daremos cuenta de que en todas las ocasiones se repite una misma unidad gramatical “un/el pájaro azul”, pero que en cada oración actua de una manera distinta, esto es, desempeña una función diferente. En la primera es sujeto; en la segunda, atributo del verbo parecer; en la tercera es “lo que compra Juan”, es decir, complemento directo; en la cuarta nos da información sobre una jaula concreta, luego desempeña la función de complemento del nombre; en la quita nos dice de quién se despide el sujeto, es pues complemento de régimen; en la última, actúa como complemento circunstancial, añadiendo información sobre la compañía del sujeto cuando llegó a su destino.
¿Qué hemos de aprender del ejemplo anterior? Pues que cuando realizamos análisis sintácticos de oraciones, debemos tener en cuenta dos aspectos fundamentales:
La categoría o tipo de unidad que analizamos, que puede ser sustantivo, adjetivo, pronombre, verbo…
La función que desempeña esa unidad en la oración, que puede ser sujeto, complemento, atributo…