Circunfijo

Los afijos son partículas lingüísticas que pueden anteponerse, posponerse o insertarse en un lexema previo con el objeto de modificar su significado, ya sea gramatical o semánticamente. En este sentido, los afijos son morfemas que se utilizan en el proceso de derivación de las palabras y, especialmente en algunos casos, también en el proceso de flexión de las palabras, con objeto de formar palabras nuevas partiendo de otras palabras primitivas y así enriquecer y agrandar las familias léxicas existentes.

El circunfijo, en este contexto, es un afijo de tipo discontinuo, o lo que es lo mismo, se trata de un afijo que consiste en la inserción en un lexema previo de dos partículas separadas entre sí. Se trata así de un tipo de afijo muy particular y extremdamente escaso en la mayoría de las lenguas del mundo, si bien los circunfijos aparecen en lenguas muy variadas y aparentemente no se pueden restringir a áreas geográficas concretas.

Los académicos han mantenido largos debates en torno a la pertinencia o no de la aplicación del concepto circunfijo a algunas de nuestras palabras. Por ejemplo, algunos autores han considerado que el español muestra una serie de neologismos creados mediante el procedimiento de la parasíntesis que sí pueden considerarse casos claros de circunfijos, mientras otros autores prefieren llamarlos afijos dobles.

Es preciso recordar que el fenómeno de la a parasíntesis consiste en el proceso de formación de palabras en el cual la forma léxica no se forma exclusivamente a través del uso de un morfema derivativo, sino que, de forma más complej,a requiere el añadido de dos o más morfemas, sin que puede aislarse una forma intermedia que incorpore sólo uno de estos dos morfemas. El fenómeno llamado «Portmanteau words», propio de la lengua inglesa, es muy similar.

Como decíamos, no son pocos los autores que consideran la parasíntesis del español como un modo de circunfijo. Así, podemos poner como ejemplo algunas palabras de nuestra lengua que se forman mediante el añadido simultáneo de un prefijo y de un sufijo, como estas:

• La construcción a + lexema + ar, er o ir. Por ejemplo, podemos decir que algo es «anaranjado» o que alguien se ha «aburguesado», pero no podemos decir que algo «anaranja» ni «naranjado», ni tampoco que alguien sea «aburgués» o «burguesado». De «naranja» y «burgués» se ha pasado, por cinrcunfijo, directamente a otra palabra con dos morfemas más, sin que exista el paso previo con un sólo morfema.
• La construcción des + lexema + ar, er o ir funciona igual, como por ejemplo en «descascarillarse».
• La construcción en + lexema + ar, er o ir funciona de la misma manera, como vemos en «ensuciarse».