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Derivación a través de interfijos y parasíntesis

Publicado por Pablo

Interfijos. ParasíntesisAunque la derivación es un modelo de composición de palabras que se basa, casi únicamente, en la adición de sufijos o prefijos, es posible encontrar un tercer grupo de palabras derivadas que hacen gala de una característica no vista en el grupo anterior. Así ocurre cuando aparecen unas partículas lingüísticas que llamamos interfijos.

Estos elementos no se encuentran, como su propio nombre indica, ni al principio ni al final de las palabras, sino por medio. Pueden aparecer entre el prefijo y el lexema, y también entre el lexema y el sufijo, y tienen dos características fundamentales que siempre se cumplen: actúan como enlace entre dos partículas (prefijo y lexema, o lexema y sufijo) y carecen de significado.

Veamos unos ejemplos:

Humo » Hum-ar-eda

Ancho » En-s-anch-ar

Sol » Sol-ec-ito

Comer » Com-il-ón

Polvo » Polv-ar-eda

Joven » Joven-z-uelo

Pan » Pan-ec-illo

Dormir » Dorm-il-ón

Como vemos, los interfijos son una reacción natural del idioma para que, al formar nuevas palabras fruto de la derivación, el resultado no suene demasiado áspero. En efecto, sería extraño decir humeda, o jovenuelo, o panillo o, más aún, dormón. Para crear palabras que sean agradables y pronunciables, así como inconfundibles, la evolución de las lenguas hace que surjan estos mecanismos de engranaje que ayudan a conectar unos elementos y otros.

Es de suma importancia, en cualquier caso, no confundir los interfijos con los sufijos que aparecen entre el lexema y el sufijo cuando en la palabras se produce una derivación acumulativo, como ocurría en Cristiandad (Crist-ian-dad). Un método para darse cuenta es buscar una derivación intermedia. Mientras en Cristiandad podemos encontrar Cristo, Cristiano, Cristiandad, en polvareda no podemos hacer lo mismo: existo polvo y existe polvareda, pero no existe polvaro (polv-ar-o).

También es posible que encontremos palabras en las que la derivación se dé por los dos lados, es decir, que a un determinado lexema se le añadan tanto sufijos como prefijos. Veamos unos ejemplos:

Alma » Des-alm-ad-o

Viejo » En-vej-ec-er

Pan » Em-pan-ada

En los tres casos anteriores, para crear la nueva palabra es necesario que exista prefijación y sufijación, de tal forma que si se eliminaran uno de los dos –sufijo o prefijo- la palabra resultante no existiría.

Este fenómeno tiene un nombre: parasíntesis. Y las palabras con él formadas se denominan parasintéticas. Pero hay que tener en cuenta algo importante: son parasintéticas únicamente las palabras que responden al requisito planteado en el párrafo anterior, esto es, las palabras a las que, si les eliminamos su prefijo o su sufijo, dan como resultado un vocablo inexistente.

Observemos ahora estos dos ejemplos:

Moral » A-moral-idad

Conforme » Dis-conform-idad

En ambos casos, si eliminamos sufijos o prefijos, obtendríamos una palabra existente (moralidad, amoral, conformidad, o disconforme). No estamos, pues, ante palabras parasintéticas, sino ante simples casos de derivación en los que se ha dado, de forma sucesiva, un proceso de sufijación y otro de prefijación.