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Derivación a través de prefijos y sufijos

Publicado por Pablo

Derivación. Sufijación. Prefijación.La derivación es un procedimiento de formación de palabras que consiste en añadir sufijos o prefijos a un lexema dado. Veamos algunos ejemplos, primero, de palabras formadas por un prefijo más un lexema:

Hacer » Des-hacer

Móvil » In-móvil

Sacar » Son-sacar

Sensible » Hiper-sensible

Poner » Com-poner » Des-com-poner

Carga » Sobre-carga

A pesar de que significan cosas muy distintas, en todas las palabras anteriores podemos observar unos rasgos que son comunes. A saber: el prefijo no cambia la categoría gramatical de la palabra (móvil e inmóvil son ambos adjetivos, como carga y sobrecarga son sustantivos, y al igual que hacer y deshacer son verbos); el prefijo altera el significado de la palabra a la que se añade (una carga es una cosa que pesa sobre otra; una sobrecarga es lo que se añade a una carga regular); por último, en una palabra puede aparecer más de un sufijo (como vemos en el ejemplo de descomponer).

Fijémonos ahora en el ejemplo de las palabras a las que se añade un elemento al final, es decir, que están formadas por un lexema más un sufijo:

Costar » Cost-e

Grande » Grandot-e

Campo » Camp-estre

Percha » Perch-ero

Gente » Gent-ío

Cristo » Crist-iano » Crist-ian-dad

¿Qué podemos observar en los anteriores ejemplos? Lo primero es, sin duda, que a diferencia de los prefijos, los sufijos sí que pueden cambiar la categoría gramatical de la palabra a la que se unen (costar es un verbo y coste un sustantivo; campo es un verbo, campestre, un adjetivo…); los sufijos pueden convertir, de hecho, adjetivos en sustantivos (de bueno a bondad, de bello a belleza, de agudo a agudeza, de amplio a amplitud, de alto a altura…); verbos en sustantivos (de aburrir a aburrimiento, de poblar a población, de estudiar a estudio…); adjetivos en adverbios (de fácil a fácilmente…); sustantivos en adjetivos (de trampa a tramposo, de familia a familiar…); o convertir la tipología de un sustantivo, convirtiendo un topónimo en un gentilicio (de Génova a genovés…), o bien convertir un sustantivo individual en uno que designe a un grupo (de alumno a alumnado, de instrumento a instrumental…).

Hay ocasiones en las que, sin embargo, los sufijos no alteran la categoría gramatical de las palabras a las que se añaden. Del ejemplo anterior, grande es un adjetivo, y grandote, también. Percha es un sustantivo, y en este caso, también lo es perchero.

Asimismo, una palabra puede tener más de un sufijo. Lo hemos visto en el ejemplo: Cristiandad es la comunidad de seguidores del Cristianismo, pero no es una palabra de derivada de Cristo, sino de cristiano. Es decir, acumula dos sufijos: ano y dad.