El coronel no tiene quien le escriba
En este artículo, que hoy te presentamos en La Guía 2000, estudiaremos la obra El coronel no tiene quien le escriba, escrita en el año 1958 por el autor colombiano Gabriel García Márquez.
Esta es una novela que relata la historia de un hombre que fue un héroe revolucionario y que se encuentra a la espera de una pensión que el gobierno le aseguró después de firma el armisticio de la Guerra de los Mil Días. El Tratado de Neerlandia había conseguido finalizar la guerra en la que le coronel de la novela había sido derrotado y mediante él se obliga al gobierno a mantener las propiedades y la jerarquía de aquellos militares que había participado en la contienda, además de otorgarles una pensión de carácter vitalicio.
Cuando ya han pasado la friolera de cincuenta y seis años el coronel protagonista de la novela sigue esperando cada viernes la llegada de esa pensión a través del correo fluvial. Pero en realidad, la promesa de ese dinero no fue más que una treta del gobierno que pretende eliminar de forma paulatina a los últimos defensores de las ideas liberales. El tiempo en el que se desarrolla de la novela se reduce a unos tres meses y todo comienza con el entierro de un amigo de un hijo del coronel que fue asesinado, que atrae la atención del pueblo por ser el primer fallecido en mucho tiempo que no es víctima de una muerte violenta, sino que responde a causas naturales. La novela traslada al lector el clima de violencia y asfixia política que se vivía en aquel entonces, pero sin mostrar una larga lista de fallecidos ni la sordidez de la situación real. La clase política, la iglesia, la policía y el ejército son aquellos que, de una u otra manera, ejercen la violencia sobre el pueblo. Por otro lado, en una situación económica insostenible, el coronel y su esposa van sintiendo como el tiempo va minando sus cuerpos. Así, García Márquez presenta a su protagonista como un hombre quijotesco que lucha por salir adelante en un ambiente que le es totalmente adverso. Este hombre no tiene nada para alimentarse y solo posee un gallo, heredado de su hijo asesinado, que es su única esperanza ya que espera obtener beneficios con él en las peleas de gallos. Además de ser ese rayo de esperanza, el gallo se convierte en un símbolo de la firmeza ante la dominación política. Esto le sirve al Coronel para aguantar hasta el último momento, a pesar de las protestas de su mujer que quiere vender el gallo para poder comprar algunos alimentos. Pero la falta de recursos pone a prueba la integridad del viejo coronel y esta batalla se convierte en la razón en torno a la cual girará toda su existencia.
Si este artículo te ha resultado interesante, quizá desees leer otros relacionados con la biografía o la obra de este Premio Nobel. Aquí te dejamos algunos enlaces que te llevaran hasta ellos: Gabriel García Márquez y Cien años de soledad.