El extranjero de Albert Camus
El autor francés Albert Camus fue sobre todo un hombre preocupado por su tiempo, por la época en la que le tocó vivir y por la vida de sus conciudadanos. En sus libros lo más importante son las ideas que transmite, el fondo mucho más importante que la forma. Pero además su estilo es magistral, siendo capaz de hacer de total neutralidad.
Su interés es retratar al hombre del siglo XX, hablar de sus acciones y sus móviles, y menos analizar los porqués de ello. Por eso a veces sus personajes, viendo solo sus acciones y sus motivos se convierten en seres inundado por el sentimiento del absurdo.
Y en este sentido su máximo exponente es su novela El extranjero, publicada en 1942. En realidad, hay que entender el absurdo en la obra de Camus fue como una evolución de la corriente del existencialismo que tan bien representó en las letras francesas el literato y pensador Jean Paul Sartre.
Es decir, para Camus el hombre puede comprender un día que su existencia es rutinaria, una constante repetición de actos mecánicos, que al final llegan a ser insoportables. Es en ese momento cuando ese hombre se siente un extraño, un extranjero encerrado en su propia existencia.
Eso nos presenta en este libro corto. Una obra realmente deprimente, ya que sus páginas nos muestran de una forma clara y meridiana ese absurdo.
El protagonista es Mersault que también es el narrador. Un personaje que vive en Argel, pero podría hacerlo en cualquier otro sitio, ya que se ha dado cuenta de lo mediocre y rutinaria que es su vida, de manera que lo contempla todo desde una indiferencia absoluta. Pero lo interesante es que esa indiferencia es lúcida, ya que le permite comprender lo relativo de las elecciones y acciones. De cualquier acción, incluso como le ocurre a él, matar a un hombre sin una razón de peso.
Está claro que acaba siendo condenado por su crimen, pero en realidad la condena importante es por su insensibilidad basada en esa indiferencia hacia las cosas y las personas. Eso es lo que le convierte en un extranjero entre la gente, que le acaba por considerar alguien inhumano, alguien despreciable por ser un extraño ante la ley y la moral de los hombres.
En fin, un libro intenso y que sobre todo nos invita a reflexionar sobre nuestros comportamientos, modos de vivir y rutinas diarias. Imprescindible en la historia de la literatura del siglo XX.