En busca del tiempo perdido de Proust
Marcel Proust (1871 – 1922) ha pasado a la historia de la literatura como uno de los más grandes renovadores de la narrativa a comienzos del siglo XX. Y lo ha hecho con una sola obra, ya que si bien se conocen otros escritos de este autor francés, lo cierto es que podemos considerarlo como el autor de una única novela: En busca del tiempo perdido. Eso sí, una obra enorme, no solo por su valor y calidad, sino también por su volumen, ya que lo cierto es que se compone de siete libros diferentes, y que fueron publicados entre los años 1912 y 1927.
Estos siete volúmenes son: Por el camino de Swan, A la sombra de las muchachas en flor, El lado de Guermantes, Sodoma y Gomorra, La prisionera, Albertine desaparecida y El tiempo recobrado, siendo los últimos tres publicados una vez que había fallecido su autor.
Al tratarse de una obra de semejantes dimensiones, la verdad es que hay veces que se le ha acusado de fragmentaria y algo hay de eso. Si bien Proust, nunca lo creyó. De hecho, para defender su unidad, comparaba toda la novela con una grandiosa catedral en la que cada elemento formaba parte del conjunto, e incluso se atrevía a decir que había escrito la última página antes que todo el resto.
El caso es que En busca del tiempo perdido, o La Búsqueda como a veces se simplifica su título, es una obra que reúne en sí misma la influencia de la literatura del siglo XIX y lo que va a llegar a lo largo del XX. De alguna forma en ella se reúnen todos los géneros. Está la novela psicológica, la social, la sentimental, filosófica y hasta la erótica.
Y por otra parte tiene algo de metaliteratura. En realidad lo que nos cuenta a lo largo de tantas y tantas páginas es la vida del propio narrador, el cual no tiene porque confundirse por completo con Proust. El caso es que nos narra su vida prácticamente desde niño hasta que está muy cerca de la muerte. Y durante todo ese tiempo lo que nos revela es su aprendizaje como escritor. Su aprendizaje y también su búsqueda de un tema para escribir una novela. Durante todos esos libros, lo que en realidad busca es un gran tema sobre el que escribir. Y sorprendentemente ese gran tema va a ser él mismo, como por fin se da cuenta al final del último volumen: El tiempo recobrado.