Inés del alma mía, de Isabel Allende
Isabel Allende es una de las escritoras con más ventas de la actualidad. Con sus libros, ha vendido más de 35 millones de copias, y cada uno de ellos se convierte automáticamente en best-seller. Ya nadie puede discutir sus habilidades literarias, y no sólo por la cantidad de obras vendidas sino por el gran consenso en cuanto a su calidad.
En Inés del alma mía, Isabel Allende se propuso mostrar quizás las cosas que más admira: una mujer fuerte y Chile. Es el mejor ejemplo de esta combinación Inés Suárez.
Inés Suárez es una mujer española, de Extremadura, que nació allí en 1507 y falleció en 1580 en Chile. El marido de Inés, Juan de Málaga, fue a América en busca de El Dorado, una oportunidad para una mejor vida. En vista de que Juan no regresaba, Inés decide ir a buscarlo, para enterarse que había fallecido. Es allí que pasa de costurera, a formar parte del grupo de conquistadores que intenta llegar a Chile. Conoce a Pedro de Valdivia, uno de los hombres más importantes de la conquista de Chile, y nace entre ellos un intenso romance que duraría 10 años, los más importantes de la campaña casualmente. Valdivia estaba casado, pero su mujer permanecía en Europa. Es entonces que es obligado a dejar a Inés y convocar a su esposa, ya que no era visto con buenos ojos esa unión por los religiosos del lugar. Inés es obligada por Pedro de Valdivia a casarse con Rodrigo de Quiroga, amigo de Valdivia y hombre fundamental en la conquista, con quien permanecerá a su lado hasta el fin de su vida.
Como podemos observar, es una novela casi puramente histórica. La labor de Isabel Allende ha sido más la de investigadora que la de escritora. Sin embargo, en los huecos históricos es donde Allende ha usado su imaginación y lógica, para saber que pudo haber pasado.
Quien relata en la obra es la propia Inés Suárez, quien ya en avanzada edad, le escribe a su hija contándole todos estos sucesos.
Aunque quizás sobrecargada de hechos históricos, y algo pesada por momentos, la elección del personaje de Inés Suárez y el sentimiento por esta historia de Allende, hacen del libro un texto digno de leer.