La madre de Gorki
Maksim Gorki, seudónimo de Alexei Maximovich Pieshkov, está considerado como el mejor novelista ruso de las primeras décadas del siglo XX. Y entre sus diferentes obras, La madre es uno de sus relatos más emblemáticos y reconocibles.
Si bien, su categoría literaria en ocasiones se ha puesto en entredicho dado el carácter de propaganda ideológica que el dio a algunas de sus obras, como por ejemplo la propia La madre.
No obstante, hay que decir que a lo largo de su vida (1868 – 1936) se pueden distinguir hasta tres fases distintas a modo de evolución en sus temas y en el carácter de sus libros. Inicialmente se centró en relatos protagonizados por vagabundos y por los más desfavorecidos de Rusia. E incluso el seudónimo de Maksim Gorki está relacionado con ello, ya que significaría “Máximo Amargo”.
De hecho, esa temática también se puede vincular con la ideología marxista que inundará sus obras durante su siguiente periodo de producción, ya que el elevado número de vagabundos era un claro síntoma de la situación social que se vivía en la Rusia zarista y prerrevolucionaria.
Y como ya os podéis imaginar la segunda fase de su producción literaria será esa relacionada con los dogmas del marxismo y su divulgación. En ese momento se enmarcan obras como Los tres de 1901 o La madre de 1907. Aunque es en esta última donde se palpan mejor esos momentos en los que el escritor entra en ciertas contradicciones personales ya que sabe que el tono doctrinario y político a veces va en perjuicio de la calidad literaria de su relato.
Por ello, La madre también anticipa la que será la última fase creativa, donde predominará una mayor reflexión y las notas autobiográficas, con obras tan obvias en este sentido como Notas de diario de 1924.
Pero volvamos a La madre cuyo relato nos habla de una mujer que lucha contra el despótico régimen de los zares y que se convertirá en todo un símbolo para la posterior Unión Soviética.
La acción se centra en Pelagia, madre de Pavel, la cual ve como tras años de sufrir el maltrato de su marido, su hijo se va a transformar en un joven líder socialista. Algo que al principio no le parece del todo bien y hasta rechaza, pero que paulatinamente acaba aceptando y comprendiendo, para casi convertirse en la madre de todo un grupo de jóvenes revolucionarios.
No obstante, la policía zarista va tras todo ese grupo de Pavel y sus camaradas, hasta que finalmente los detiene. Es entonces cuando Pelagia se convierte en toda una activista. Sin embargo, el asunto no va a acabar bien, ya que los jóvenes terminan deportados, y ella es detenida y torturada. Pero no sabemos como acaba este drama, ya que Gorki dejó un final abierto, sin aclararnos como acabó su vida esta mujer.