El incierto señor don Hamlet de Álvaro Cunqueiro
El escritor gallego Álvaro Cunqueiro (1911 – 1981) es uno de los más completos de su generación, en el sentido de que trabajó una amplia gama de géneros, desde la poesía a la novela, pasando por el periodismo, y lo hizo tanto escribiendo en español, como en su lengua gallega natal.
Por ejemplo, en gallego también escribió obras de teatro, entre ellas esta de la que os queremos hablar aquí: El incierto señor don Hamlet publicada en el año 1958 y que evidentemente está inspirada en uno de los dramas más famosos de Shakespeare.
No obstante, son muchas las diferencias entre ambas obras, tanto de puesta de escena, como de argumento. Por ejemplo, respecto a la dramatización y la posibilidad de llevar el texto de Cunqueiro a un teatro, todos los directores de escena se ponen de acuerdo en decir que es un proyecto sumamente difícil.
Y en cuanto al argumento hay diferencias sustanciales. Por ejemplo, aquí el padre de Hamlet no está muerto, está vivo. Y no solo eso, el único que no sabe que su padre vive es el propio Hamlet. Además su madre es una auténtica malvada, e incluso le llevará a cometer incesto, tras lo cual todo acaba en tragedia con asesinato y suicidio incluido.
Lo cierto es que esta obra es un buen exponente de la calidad literaria que siempre tuvieron las obras de Cunqueiro. Un literato que pasó por diversos estilos, comenzando con una época de lo más vanguardista y lírica en sus comienzos hasta la temática de corte más social en los últimos escritos. Y también pasó por varios idearios políticos, ya que desde unos años integrado en la Falange española con la que llegó a luchar durante la Guerra Civil española, acabó por ser rechazado por las autoridades del régimen dictatorial de Franco y siendo considerado uno de los referentes de la identidad nacional de Galicia.
Pero más allá de eso, lo interesante es su calidad literaria, amparada en una vasta cultura que siempre supo mostrar, como en el caso de esta obra dramática o en sus muchos poemas o infinidad de artículos periodísticos.
En cualquiera de esos géneros supo moverse con elegancia entre las corrientes literarias del momento, tocando elementos del surrealismo cuando lo creía oportuno, o usando las fábulas llenas de monstruos y seres mitológicos al estilo del gran Jorge Luis Borges, del cual siempre reconoció su influencia.
En definitiva, una autor bastante interesante en su conjunto, y que aquí os animamos a descubrirlo en esta obra de teatro que es mejor para leer que para verla en un escenario.
