La sonrisa de las mujeres de Nicolas Barreau
Entre los libros que son verdaderos hitos de la historia de la literatura universal, de vez en cuando incorporamos algunas obras que han estado de moda, y que sin ser obras maestras de la literatura, sí que considerábamos que es interesante mencionarlas y animar a su lectura, aunque también estemos convencidos de que no pasarán a la posteridad.
Ese el caso de la novela La sonrisa de las mujeres publicada por el autor francés Nicolas Barreau en 2012.
Una obra que ha sido todo best seller, y como suele pasar con los libros más vendidos es de fácil lectura. De modo que para aquellos que son un poco más perezosos, siempre puede ser una buena herramienta para acercarse a los libros, acabándolos y viendo lo que son capaces de evocar en los lectores.
Ese es otra de las razones por las que los citamos, ya que el autor es capaz de trasladarnos a París con sus breves, brevísimas descripciones. Quien haya viajado a la capital gala, puede sentir la atmósfera en la que envuelve a sus personajes, y quien no haya estado puede recurrir a las imágenes parisinas más tópicas del cine o de la publicidad, ya que el autor precisamente pretende evocar ese París.
Y ciertamente lo consigue, y como decimos sin tan apenas descripciones, ya que su texto es de lectura rápida al ser básicamente diálogos y párrafos que reflejan los pensamientos de los dos protagonistas. Porque uno de los valores de la narración, es que ambos son la voz que nos cuentan los hechos, cada uno con sus propios capítulos y en no pocas ocasiones, cada uno de ellos dando su versión de los mismos sucesos.
Pero, ¿qué nos cuenta La sonrisa de las mujeres? Una casualidad. Un autor desconocido que entra a un restaurante, y descubre a su propietaria, la cual le va a inspirar para escribir. Ese autor se llama André, y ella Aurélie.
Es una mujer que de pronto se ve abandonada por su pareja, y triste sale a pasear, hasta que para refugiarse del mal tiempo entra en una librería donde se encuentra con un libro, cuya lectura no solo le va a devolver la sonrisa, sino que comprueba que habla de ella misma.
Con estos puntos de partida, parece claro que el libro nos va a contar como estos dos protagonistas acaban conociéndose en persona. Sí lo logra o no lo dejamos para todos aquellos que abran la novela, porque estamos seguros que llegaran hasta el final.
Repetimos, sin duda no es el mejor libro escrito en los últimos tiempos, ni mucho menos. Pero es un buen libro, para entretenerse, para sentirse reflejado, para viajar con la imaginación, para soñar con escribir, con conocer a alguien o con degustar alguno de los platos que sirve Aurélie en su restaurante Les Temps de Cerises (El Tiempo de las Cerezas). Un establecimiento ficticio, pero que casualmente tras la publicación de la obra y su éxito ha hecho que más de un local parisino lleve este nombre comercial. ¿Efectos secundarios de la literatura?