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Los paraísos artificiales de Baudelaire

Publicado por A. Cerra

La literatura simbolista del escritor francés Charles Baudelaire es todo un referente para aquellos que quieran conocer la literatura del siglo XIX. Y si alguien se quiere adentrar en su producción literaria, es imprescindible leer su obra maestra: Las flores del mal. No obstante, aquí os vamos a hablar de un libro que en realidad es un ensayo, eso sí escrito con toda su maestría y saber hacer literario.

Nos referimos a Los paraísos artificiales, una obra que junto a su texto titulado El vino y el hachís, son sus dos textos dedicados en exclusiva a las drogas.

Los paraísos artificiales lo escribió en 1860, y en él se centra en describirnos los efectos del consumo de hachís y de opio, algo que relata de primera mano, ya que él había experimentado frecuentemente con estas drogas, tan habituales entre la bohemia de la época. Si bien, todo lo que nos cuenta no son sus vivencias, y recurre a muchas anécdotas y sensaciones que él conoce por medio de sus muchos amigos y conocidos drogadictos.

Con todo ese material lo que hace Baudelaire es proporcionarnos un nuevo enfoque. Es decir, nos plantea su modo de ver los efectos negativos, pero también los positivos, que provocan en el organismo y sobre todo en la mente, el consumo de opio y de hachís.

No niega en ningún momento el carácter adictivo de estas sustancias, pero define a la perfección muchas de las sensaciones de evasión que producen. De hecho, el propio título de la obra ya nos habla de eso, de unos paraísos artificiales, unos estados lejanos y placenteros que es lo que se vendía en los fumaderos de opio de mediados del siglo XIX.

Se puede decir que trata el tema de forma muy cruda y sin edulcorantes. Nos cuenta muchas historias de fumadores de opio, y como a él su consumo le llevó a la miseria y a una adicción descontrolada. Hasta llegar a un punto en el que está completamente atrapado por la droga, y su mente es incapaz de diferenciar lo que es real de lo que es imaginado. Y todo ello por empezar a tomarlo para calmar sus dolores en el estómago.

Es un texto con una calidad literaria indudable, pero también se le puede calificar como un libro muy didáctico, ya que se explaya en la descripción de los efectos físicos de drogas como el opio y el hachís (resina de cannabis), los cuales compara por ejemplo con los que provoca el consumo de alcohol. Unos efectos que por momentos nos lo define con la precisión de un científico, pero de una forma lírica, elegante y muy atractiva.