Los viejos marineros de Jorge Amado
El libro Los viejos marineros publicado en 1961 por el escritor brasileño Jorge Amado es una de sus mejores obras de madurez, como se ha llamado a su segunda fase productiva. De hecho, hay muchos críticos que piensan que su estilo a cambió a partir del año 1958 con la publicación de Gabriela clavo y canela. Y aunque es cierto que el propio Jorge Amado nunca vio una ruptura ni estilística ni temática, la verdad es que hay un punto de inflexión y ciertos cambios.
Los viejos marineros se centra en las aventuras, a cual más disparatada, de comandante Vasco Moscoso de Aragón. Un personaje que como la gran mayoría de sus creaciones es originario de la ciudad de Salvador de Bahía, como el propio autor, que aunque nació en lejos de esa ciudad, lo podemos calificar como uno de los bahianos más ilustres.
El caso es que Vasco Moscoso de Aragón es un marinero de origen burgués, y con un carácter tan soñador como melancólico. No para de soñar con convertirse en un gran capitán que vive travesías memorables que le llevan a paraísos isleños donde por supuesto no faltan las mujeres de las que enamorarse.
Eso es lo que nos cuenta, y a partir de ahí Jorge Amado nos hace pensar sobre la veracidad de lo narrado. O si en realidad importa que sea realidad o no. Y nos lo confronta con la realidad de personajes de una barriada de Bahía.
Los viejos marineros es una novela que se sumerge en la vida cotidiana de Bahía, con sus calles bulliciosas, sus mercados llenos de vida y sus gentes de todas las clases sociales. Amado nos presenta una Bahía llena de contrastes, donde la riqueza y la pobreza conviven en una tensión constante. En este sentido, la obra es un retrato fiel de la sociedad bahiana de la época, con sus injusticias y sus desigualdades, pero también con su vitalidad y su capacidad para soñar.
Además, la novela destaca por su riqueza lingüística y su estilo narrativo. Jorge Amado utiliza un lenguaje coloquial y lleno de giros locales, que le da a la obra un sabor auténticamente bahiano. Asimismo, el autor recurre a técnicas narrativas como el monólogo interior y el flujo de conciencia, que permiten al lector adentrarse en la mente de los personajes y comprender sus motivaciones y sus miedos.
Como ya hemos dicho, esta urbe es omnipresente en los libros de Jorge Amado, desde sus mismos comienzos literarios. Al igual que están muy presentes siempre sus inquietudes sociales y su visión política del mundo. De hecho desde muy joven perteneció al partido comunista de Brasil. Y el mismo dijo que su voluntad siempre fue servir de voz para los más desfavorecidos.
La verdad es que en sus primeras obras esas inquietudes políticas son especialmente claras, pero a partir de Gabriel clavo y canela, no desaparecen, pero quedan envueltas en una atmósfera mucho más pintoresca.
Es como si el autor no cambiara su actitud hacia el mundo y hacia la literatura, pero si variara su modo de contarla. Se centra mucho más en personajes muy variopintos, pobres, soñadores y también muy líricos. Ahí es donde surge el protagonista de Los viejos marineros, y otros muchos secundarios. Hay pícaros, hay mulatos de los más variados orígenes, hay prostitutas que se enamoran, en definitiva, gentes que viven o que pueden vivir en Salvador de Bahía, la ciudad que siempre le inspiró al gran escritor brasileño.