Memorias de una geisha de Arthur Golden
Acabando el pasado siglo XX, concretamente en el año 1997, salió publicada la novela Memorias de una geisha del autor estadounidense Arthur Golden. Una obra que iba a tener un enorme éxito y que reafirmaba el creciente interés hacia lo oriental, y sobre todo lo japonés.
Un interés al que se añade el morbo que supone contar la vida de una mujer que ejerce uno de los oficios más secretos y misteriosos que se pueden dar en Japón: el de geisha. De hecho, para documentarse para la trama el propio escritor contó con la estrecha colaboración de una geisha auténtica que le relató su vida, sus años de formación y en qué consiste su trabajo. Todo ello a cambio de confidencialidad para mantener su honor.
Si bien, parece que Arthur Golden no debió cumplir con esa confidencialidad ni tampoco fue verdaderamente fiel a lo que le habían contado. Por ello la geisha le demandó y dijo que había pasajes que se los había inventado, sobre todo aquellos que vinculan a las geishas con la prostitución.
Independientemente de eso, lo cierto es que la novela, pese a sus muchas páginas, se lee con soltura, y nos plantea una inmersión en el Japón previo a la Segunda Guerra Mundial. Todo ello contado por una geisha ya retirada que nos relata su vida, en la que hay episodios de lo más jugosos.
Todo empieza en el momento en que fue comprada de niña a sus pobres padres para entrar en una okiya o casas para geishas. Allí primero trabajó duramente como criada, pero finalmente se inicia en la dura formación como geisha.
A través de eso vamos descubriendo la forma de vida de estas mujeres, sus esfuerzos, y también las envidias que había entre geishas, en las cuales la protagonista, llamada Chiyo, se ve inmersa. Lo cierto es que el libro se explaya describiendo hasta el último detalle de muchos rituales ancestrales, como es el maquillaje, todo lo relacionado con los kimonos artesanales o la mítica ceremonia del té. Consigue trasladarnos a ese mundo delicado, donde lo más minucioso tiene una tremenda importancia.
Pero al mismo tiempo trata temas escabrosos. Entre ellos la vinculación entre el oficio de geisha y el de prostituta. O la subasta de la que es objeto la propia Chiyo, en la que se van a pagar miles de yenes por ser el hombre que le haga perder la virginidad. Y lo cierto es que estos dos temas fueron los que más controversia generaron con la institución actual de las geishas.
Por otra parte, aparecen muchos otros asuntos, y quizás lo más interesante sea ver como la sociedad japonesa en pocos años se va a transformar de un país que sigue normas centenarias, prácticamente feudales, a una sociedad más moderna. Eso sí, entre tanto tienen que vivir una devastadora Segunda Guerra Mundial, que para la protagonista va a suponer un cambio radical de vida, ya que desparecen todos los lujos de antaño, el culto a la belleza y lo delicado. De pronto todo eso, ni nada de lo que sabe, le sirve para sobrevivir. Pero por fortuna para ella todavía cuenta con ricos amigos del pasado. Entre ellos su gran amor, el presidente de una gran compañía, que es otro personaje clave en la trama. Pero no os la vamos a desvelar. Es mucho mejor descubrirlo leyendo esta intensa novela.