Platero y yo de Juan Ramón Jiménez
El relato Platero y yo es el libro más famoso y emblemático del escritor andaluz Juan Ramón Jiménez, uno de los pocos autores españoles que ha recibido el Premio Nobel de Literatura, algo que tuvo lugar en 1956.
Pero esta obra es mucho anterior, ya que la publicó por primera vez en 1914, si bien tres años después ya fue publicada en su versión íntegra, tal y como la conocemos hoy en día. Esta obra se ha convertido en un clásico de la literatura española y ha sido traducida a numerosos idiomas, lo que demuestra su trascendencia y universalidad.
Y que nos cuenta en su obra maestra Juan Ramón Jiménez, pues algo tan sencillo y a la vez tan dulce como la vida y muerte de su burro Platero. Pero lo hace de una forma entrañable, en una prosa poética única y propia de un escritor que según él mismo dijo era un hombre sencillo que siempre busca la poesía pura.
Por esa razón, todo el relato es encantador, aunque no cuente grandes aventuras ni hechos grandilocuentes. Pero en cambio el lector se siente en todo momento atraído por el poder evocador de esas palabras musicales. Unos párrafos en los que se ve que J.R.J. también fue pintor, ya que con las palabras crea volúmenes, colores, olores y sensaciones, que en casi todo momento nos remite al mundo rural de Andalucía.
Ese fue el lugar de nacimiento de Juan Ramón Jiménez, y aunque por motivos políticos tuvo que exiliarse tras la Guerra Civil en Latinoamérica, lo cierto es que él nunca olvidó su tierra natal, e incluso otro poeta contemporáneo, el nicaragüense Rubén Darío, siempre lo definió como un “andaluz universal”.
Por cierto con este autor centroamericano le emparenta no solo la época. También tienen en común muchos elementos propios del estilo modernista en literatura. Un estilo que como en otras disciplinas artísticas es muy colorido y decorativo. Algo que en la obra del poeta español se manifiesta en la presencia habitual de recursos como la metáfora y la comparación, además de que abundan los adjetivos. Y en general usa un vocabulario extraordinariamente rico. Tanto que incluso llega a inventarse palabras, lo cual convive con la presencia de vocablos propios de la lengua popular de Moguer, Huelva y Andalucía.
Todo el libro de Platero y yo se articula en forma de pequeños capítulos, o más bien estampas sueltan que lanzan imágenes, impresiones y recuerdos del autor en su pueblo natal de Moguer, en la provincia de Huelva. Son como historietas sueltas, como si hubieran sido escritos conforme llegaban a la mente del autor mientras evocaba su infancia.
Esa apariencia, el tema y el tono poético en ocasiones han hecho que se le calificara como un texto para niños. Y es cierto que puede ser muy del gusto de los pequeños, pero también es un libro para adultos. De hecho, en no pocos pasajes hay un trasfondo de crítica social. E incluso el propio autor aclaró este punto, diciendo que él no escribía para niños, entre otras cosas porque pensaba que los niños pueden leer lo mismo que los mayores.
Además, es importante destacar que Platero y yo no es solo una obra literaria, sino también una reflexión filosófica sobre la vida, la muerte, la naturaleza y la relación del hombre con su entorno. A través de la sencillez de su prosa, Juan Ramón Jiménez nos invita a reflexionar sobre estos temas universales, lo que añade una profundidad y una riqueza inusuales a su obra.
Es por todo esto que Platero y yo sigue siendo una obra de referencia en la literatura española y mundial, y su lectura es recomendada tanto para niños como para adultos. A pesar del paso del tiempo, la obra de Juan Ramón Jiménez sigue siendo tan relevante y conmovedora como cuando fue escrita hace más de un siglo.