Sergio Ramírez
Sergio Ramírez es el primer autor de Nicaragua al que se le ha concedido el máximo galardón de las letras en español: el Premio Cervantes, el cual lo ha recibido en este mismo año 2018.
Lo cierto es que la vida de Sergio Ramírez, nacido en 1942, independientemente de su producción literaria, es de lo más interesante, ya que empezó muy pronto a escribir, pero esa tarea la ha combinado con su faceta de periodista, de abogado y de político, llegando incluso a ser vicepresidente de su país de 1985 a 1990, formando parte del gobierno sandinista de Daniel Ortega.
No obstante, en los últimos tiempos ha abandonado mucho la faceta política en primera línea, y se ha centrado más en su carrera literaria. Sin embargo, eso no significa que no dé siempre que considera oportuno su opinión sobre temas candentes de la situación de su país, y que no dude en criticar a los que fuera compañeros suyos del Frente Sandinista, como el propio presidente Daniel Ortega.
Una separación que quedó mucho más patente desde que publicó su obra autobiográfica Adiós muchachos en 1999, donde habla de su vida política, y el desencanto al que ha llegado.
Pero hablemos de la larga carrera como literato de Sergio Ramírez, una carrera que se funde con la de periodista. Incluso desde sus inicios, cuando en 1960 publica su primer relato y ya colabora con revistas. Desde ese año fue publicando cuentos, novelas, ensayos y trabajos periodísticos, pero se puede decir que su consagración no llegaría hasta 1998 con su obra Margarita, está linda la mar.
Esta obra combina a la perfección las dos grandes pasiones de su autor. Y es que la novela nos presenta dos momentos históricos de Nicaragua bien distintos. Una parte del libro se ambienta en el año 1907, cuando el gran Rubén Darío regresa a su país. Y de forma paralela nos cuenta la muerte del dictador Anastasio Somoza García en 1956.
Conociendo un poco de la trayectoria vital de Sergio Ramírez es lógico pensar que en esta obra y ciertamente en todas las suyas se plasma su compromiso social y sus ideas políticas. Eso por ejemplo vuelve a aparecer en obras como Sombras nada más de 2002 o El cielo llora por mí de 2008 que en este caso se centra en el mundo del narcotráfico.
Y al igual que en sus inicios el autor sigue variando los géneros en los que publica. De ahí que en los últimos años haya sacado libros de relatos como el de Flores oscuras de 2012, que también tiene mucho de periodismo, haciendo que cada cuento le sirva para plasmar la realidad de diversos países centroamericanos.
También Mi reino animal de 2006 es un libro de cuentos, más bien de fábulas. Sí, porque recupera este género donde los animales son los que hablan y los que nos enseñan, algo que lo emparenta con clásicos como Esopo o La Fontaine. Pero en este caso no se trata de una literatura para niños. Y es que Sergio Ramírez usa a esos animales para que a los lectores humanos nos atrevamos a bucear en nuestra esencia. Un libro muy, muy recomendable.