Ramón J. Sender
Los autores literarios de España que sufrieron las consecuencias de la Guerra civil con el exilio, se encontraban dispersados por todo el continente americano. Éstos perdieron la comunicación con los colegas que permanecieron en España. Así mismo, los exiliados cada vez se iban olvidando más mientras que los que se quedaron en el país no paraban de multiplicar las ediciones que se publicaban de sus obras.
Con respecto a la temática que estos autores empezaron a tratar en sus creaciones se centraban en el pasado de España, concretando en la guerra civil, la nostalgia que se sentía por su lejano país, la idealización de la infancia, las historias pasadas personales y el presente del continente se habían visto obligados a refugiarse. Unos claros ejemplos de esta temática fueron la obra de rosa Chacel titulada «Barrio de Maravillas» del año 1976 y las memorias de Corpus Barga «Los pasos contados».
Cabe destacar a los siguientes autores: Arturo Barea (1897 – 1957) que escribió la trilogía titulada «La forja de un reblede»; Max Aub (1902 – 1972), autor de una serie de seis obras cuya temática giraba en torno a los antecedentes de la Guerra civil española llamada «El laberinto mágico» y Francisco Ayala (1906) en cuya obra «Muertes de perro» reflejó el mundo de las dictaduras de Hispanoamérica.
Pues bien, después de contextualizar la época en la que se encontraba el autor sobre el que va dirigido el artículo de hoy, procedemos a concretar más sobre la vida y obra de Ramón J. Sender (1901 – 1982).
Ramón J. Sénder fue una de las figuras más relevantes de la literatura del exilio. Nació en Chalamera, en la provincia de Huesca y luchó en la guerra de Marruecos. Al parecer el carácter autoritario que tenía su padre lo martirizó hasta tal punto que fue el tema prioritario sobre el que se desarrollaron sus memorias tituladas «Crónica del alba».Sus ideales políticos cambiaron radicalmente desde su apoyo total al anarquismo y comunismo hasta su completo rechazo. En el año 1938 fue exiliado viviendo en Estados Unidos a partir del año 1942 donde se dedicó profesionalmente a impartir clases.
La calidad de las obras de Ramón J. Sender alcanzaron una calidad extrema y desigual. En ellas abunda el realismo y lo compagina con un profundo sentimiento de compromiso histórico y social. También aparecen figuras de simbolismo, sobre todo en sus novelas históricas. De esta manera crea un nuevo concepto dentro de este género literario, al combinar el realismo histórico, junto al simbolismo y el componente subjetivo denominado realismo mágico.
En el artículo de mañana continuaremos desarrollando las etapas en las que se dividieron las creaciones literarias de Ramón J. Sender, con lo que no pierdas detalle.