Plutarco
Es decir, fue una auténtico griego, pero todo un referente para los romanos por sus cualidades y talento. Y es que a Plutarco se le tuvo como modelo de hombre amable y también honesto, un personaje piadoso y apasionado por todas ramas del saber de entonces. Si bien su mayor interés se encontraba en la historia, al igual que en la filosofía moral. Y de hecho, a ello dedicó sus obras más reconocidas.
Una de estas obras fue las Moralia, que son en realidad un conjunto variopinto de textos que muestras sus amplios intereses de conocimiento. Allí trata asuntos de religión, moralidad, filosofía, política o literatura, entre otras cuestiones. Y no solo hay variedad en cuanto a la temática, lo mismo ocurre en cuanto a su estilo y presentación, como por ejemplo el diálogo, que sin duda recuerda a uno de los personajes de la Antigua Grecia más influyentes y universales: el filósofo Platón.
No obstante, quizás la labor más memorable de Plutarco fueron sus Vidas Paralelas. Un corpus de biografías que se ha convertido en una de las fuentes documentales más habituales para los historiadores de la Antigüedad.
En estas Vidas Paparelas, va enfrentando las vidas de dos personajes ilustres, uno de Grecia y otro de Roma. De manera que vemos las similitudes y diferencias entre el desarrollo de unos caracteres y otros, aunque su vida se centrara en labores análogas.
Por ejemplo, como referentes de los grandes militares de la historia nos presenta las vidas de Alejandro Magno y de Julio César. O si quiere hablarnos de ciudadanos modélicos, entonces recurre a Arístides y a Catón el Viejo. O sus modelos de oradores son Demóstenes y Cicerón.
De alguna forma, este modo de escribir biografías de Plutarco se convierte en algo novedoso. Tanto como basarse en las anécdotas para ubicar al personaje en su momento. Y eso se convierte en un verdadero valor literario, porque lo cierto es que aunque hay pasajes puramente históricos y hasta de carácter político, lo cierto es que es innegable el talento de este escritor para narrar con vivacidad, al mismo tiempo que con rigor. En definitiva, que son textos de una lectura relativamente fácil, y sobre todo muy instructiva, ya que siempre suele plantear una especie de moralejas.