Augusto Roa Bastos
El escritor paraguayo Augusto Roa Bastos nació en Asunción en el año 1917. Vivió bajo la presión de las distintas dictaduras que se sucedieron en su país y, a partir de 1947, pasó gran parte de su vida en el exilio. A pesar de ello, su literatura no perdió nunca la esencia de la cultura de Paraguay. La primera obra de cierta relevancia que se conoce de Roa Bastos es una colección de cuentos del año 1953 titulada El trueno entre las hojas. En ella, a lo largo de diecisiete cuentos, el autor se adentra en la vida dramática que se lleva en su país y denuncia toda clase de violencia e injusticia que se cierne sobre la sociedad paraguaya. Desde una perspectiva estilística, se puede señalar cómo Augusto emplea nuevas formas narrativas y experimenta con novedosas técnicas para conseguir causar un mayor impacto y lograr más atención.
En el año 1959 aparece la obra Hijo de hombre, una novela en la que Roa Bastos plasma todo el dolor que la guerra del Chaco causó al pueblo paraguayo. Estructuralmente es una obra original ya que no se encuentra dividida en capítulos cohesionados de la forma habitual, sino que cada uno de ellos es independiente del anterior y la unidad se consigue por medio de la mención de hechos o acontecimientos pasados o futuros.
Posteriormente, volverá a escribir cuentos y los recoge en varios libros como El baldío del año 1966; Los pies sobre el agua, de 1967; Madera quemada, de 1967 o Moriencia, de 1969.
Es el año 1974 cuando Augusto Roa Basto escribe la que será considerada su mejor obra, es la titulada Yo el Supremo. Se trata de una obra que gira en torno a la figura de varios dictadores de diferentes países de Hispanoamérica y de entre los que destaca el Doctor Gaspar Francia, quien durante cincuenta años fue el azote de las gentes de Paraguay. La estructura que presenta la novela es compleja, en sus páginas aparecen pasquines, circulares, manifiestos, textos históricos escritos por autores contemporáneos, etc. Todo unido bajo la apariencia de un pasquín falso escrito por el dictador Gaspar Francia en el que señalas las condiciones de su muerte así como de su funeral. El narrador de la obra aparece ante los ojos del lector como un simple compilador de los distintas partes para presentar al dictador que ha manejado las vidas de los paraguayos durante un larguísimo tiempo. Esta obra se parta de la novela tradicional de dictador y empleando recursos como la alucinación o la locura, Roa Bastos consigue una nueva visión del fenómeno hispanoamericano. Así el protagonista, tanto en la realidad como en la ficción, tiene una fuerte obsesión por la escritura de todo tipo de textos y dedica interminables horas a ella. De ese modo, la palabra se convierte en un arma fundamental de la dictadura del tirano paraguayo.
Tras una larga temporada sin publicar ninguna obra, este escritor protagoniza una nueva etapa en la que alcanza una gran productividad. A este momento pertenecen obras como Vigilia del Almirante, de 1992; El fiscal, de 1993; Contravida, de 1995 o Madame Sui, de 1996.