El esperpento
Hoy, en La Guía 2000, vamos a hablar del esperpento literario. La palabra esperpento se refiere a al algo raro, extravagante, feo o grotesco y es el escritor Valle-Inclán quien emplea esta palabra para designar un a técnica literaria que consiste principalmente en deformar la realidad que se quiere presentar mediante lo excéntrico y falaz. A través de fuertes contrastes se consigue que los personajes aparezcan caricaturizados de modo que se presentan como marionetas y peleles. A esto, se une el sarcasmo y la mordacidad que se consigue mediante la deformación del lenguaje, siendo este en muchas ocasiones un lenguaje característico de las clases sociales más bajas. Con esta técnica, su creador intenta manifestar y hacer patente el sentido ilógico y trágico de la España en la que vive, es decir, pretende hacer una crítica mordaz a la sociedad española de la época.
Encontramos este término en distintas obras de este autor; así, lo empleó en su conocida obra Luces de bohemia, escrita en la segunda década del siglo XX y, también, en otras obras teatrales como Los cuernos de don Friolera, del año 1921; Las galas el difunto, de 1926; y La hija del capitán, de 1927. Estas tres piezas dramáticas son regidas bajo el mismo título: Martes de Carnaval. Aunque el esperpento como tal es una técnica creada por Valle-Inclán, al echar la visa hacia el pasado podemos encontrar algunos antecedentes como: algunas de las creaciones de los escritores Francisco de Quevedo o Larra o en las “pinturas negras” del genial Goya.
Luces de bohemia es la obra que mejor representa al esperpento. En ella, su autor nos cuenta el periplo por los ambientes de la noche madrileña del escritor invidente Max Estrella, guiado por don Latino de Hispalis, hasta el momento en que la muerte arrebata la vida del poeta a la puerta de su casa cuando ya está amaneciendo. Este recorrido nocturno le sirve a Valle para mostrar al lector lo mísero, la degradación y la corrupción de la sociedad de la ciudad de Madrid, tan absurda como brillante.
En la obra narrativa Tirano Banderas del año 1926, Valle-Inclán vuelve a emplear la técnica del esperpento para tratar la dibujar la caricatura de un dictador de un país hispanoamericano. Siendo esta la obra que abrirá la puerta de la literatura en español a una numerosa cantidad de novelas que tratarán la figura de distintos dictadores.
El ruedo ibérico es el título que recibe la trilogía escrita por Valle y que está compuesta por las obras La corte de los milagros, del año 1927; <strong>¡Viva mi dueño!, de 1928, y Baza de espadas, publicada ya póstumamente en el año 1958. En ella, el autor hace una brutal caricatura de una sociedad, la que vivía bajo el mandato de Isabel II, en la que la injusticia, la corrupción y la hipocresía están a la orden del día. Aquí, el escritor usa el esperpento para hacer ver a lector que la sociedad de ese momento podría reflejarse fielmente en aquella sociedad isabelina.
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