Émile Zola
Émile Zola se crió en Aix-en-Provence, al sur de Francia, pero se estableció en París, donde realizó toda su obra. Su objetivo era mostrar cómo la conducta humana viene determinada por la herencia y el medio ambiente en el que el ser humano se desarrolla. Tras haber escrito ya diversas novelas, obtuvo un éxito aplastante con Nana (1880), novela en la que narra la historia de una cantante de vodevil que canta muy mal pero que logra seducir a todos los hombres. Para esta novela, Zola hubo de documentarse mucho, como él mismo dijo, investigando y conociendo de cerca los teatros, las dimensiones de las habitaciones de las prostitutas, los alimentos que comían y, en general, el ambiente que se vivía en ese mundo.
Con el mismo rigor escribió la que, casi con total seguridad, es su novela más conocida, Germinal (1885). En esta novela recrea Zola detalladamente la vida y las protestas de los trabajadores de una mina. Su argumento es el siguiente: Étienne Lantier decide ir a trabajar las minas para difundir sus ideas revolucionarias. Étienne hace muy buenas migas con la familia Maheu, por cuya hija, Catherine, se siente muy atraído. Sin embargo, esta chica es seducida por el malo de la historia, Chaval, que actúa movido únicamente por su odio hacia Étienne. La compañía que dirige la mina está en crisis y recorta los salarios de sus trabajadores. El protagonista entonces se pone al frente de una huelga que finaliza con la intervención de las fuerzas del orden. Para ese momento, un anarquista ruso decide hacer volar uno de sus principales pozos, en el que, merced a la casualidad, quedan atrapados Étienne, Catherine y Chaval.
Mientras buscan una forma de escapar de allí, los dos pretendientes se pelean hasta que Étienne mata a Chaval, y posteriormente, él y Catherine se declaran su amor. Sin embargo, antes de que lleguen las fuerzas de rescate, la chica muere. La combinación de crítica social e historia sentimental ha permitido que esta novela se haya llevado al cine en diversas ocasiones, y con bastante éxito.
La relevancia de Zona llegó a su cenit al escribirle una carta abierta al presidente francés con motivo del caso Dreyfus, el militar judío que fue acusado de tradición en 1898. Su proceso tuvo una gran repercusión y dividió al país en dos bandos. El escándalo fue aún mayor cuando se supo que las acusaciones eran injustas. Ola tomó partido en su artículo J’accuse (Yo acuso), en el que proclamó la inocencia de Dreyfus y denunció las intrigas de los acusadores. Como consecuencia, Zola hubo de exiliarse a Inglaterra, donde murió en 1902.