Hesíodo
Hesíodo vivió alrededor del año 700 a.C. y es, junto con Homero, el gran referente para la literatura griega –y por ende, occidental- de los siglos posteriores. Aunque muchos aspectos le unían –o le acercaban, al menos- al autor de la Ilíada, como la métrica, el lenguaje épico y la tradición rapsódica, otros le separaban claramente. Su mundo era muy diferente al de Homero, ya que Hesíodo vivía en una sociedad muchos menos aristocratizada, y él mismo no era un miembro de la clase alta, sino un pastor. Conocía, pues, el mundo rural a la perfección, conocía de primera mano los rigores del trabajo y la dureza del cultivo de la tierra.
Fue el primer gran poeta en expresar sus propias inquietudes, y ofreció información para la posteridad sobre su mundo y su estilo de vida. Es especialmente valiosa, en este sentido, su obra Los trabajos y los días, en la que aborda la dureza y las dificultades propias de la existencia humana, y en la que ofrece consejos para saber afrontar con éxito esos problemas y desafíos. Hesíodo nos explica también el infortunio del mundo, cuya historia relata en cinco edades que van desde la primitiva edad de oro hasta la deleznable edad de hierro. De una a otra, narra el poeta la decadencia de la humanidad, creando una mitología que pasó a la posteridad y que, conscientemente o no, incluso en la actualidad seguimos evocando. Esa historia de la decadencia está también presente en el génesis de muchas religiones, como la cristiana.
Como los contemporáneos de Hesíodo estaban condenados a vivir en la edad de hierro, el poeta centra su atención en describir los horrores de su tiempo. El hombre ha ido de mal en peor y ha perdido todas sus virtudes, cuestión que ejemplifica con notable talento con el mito de la caja de Pandora. Allí ya no queda nada; salvo la esperanza. Otro mito que ha pasado, a lo largo de los siglos, a nuestro lenguaje común: en muchos lugares es común oír expresiones del tipo “la esperanza es lo último que se pierde”, como en el mito de Pandora.
A Hesíodo también se le atribuye la Teogonía, una obra que relata el origen del mundo y de los dioses. Sus protagonistas son las tres deidades que han gobernado el mundo: Urano, Cronos y Zeus. Cada cambio de poder entre las deidades es sumamente violento.
La Teogonía ofrece una extraordinaria variedad en cuanto a los contenidos. Las directrices básicas se entrecruzan y se mezclan con contenidos secundarios en un desarrollo argumental que resulta más asociativo que coherente. Y es que éste es, precisamente, uno de los rasgos más claros de la poesía arcaica.
Hesíodo fue, en resumidas cuentas, el primero en lograr ofrecer una representación global del mundo en que vivía, organizándolo y dando una explicación acerca de su origen. Es por tanto, además de uno de los primeros poetas, uno de los primeros filósofos.