La poesía de Federico García Lorca (II)
En el artículo de ayer repasamos la trayectoria poética de Federico García Lorca hasta el año 1927 (puedes consultarla pinchando en el siguiente enlace: La poesía de Federico García Lorca), veamos, ahora, qué ocurrió en su poesía a partir de entonces:
Tras el Romancero gitano aparece Poeta en Nueva York, escrito entre 1929 y 1930, fruto del impacto que causó en el poeta su estancia en dicha ciudad en el año 1929. Nueva York representó para el poeta los aspectos más negativos y oscuros de la sociedad de aquel entonces: el dinero como un dios todopoderoso, el triunfo de la máquina sobre el hombre, el racismo, el maltrato a la naturaleza, el materialismo, el aislamiento…, en definitiva, la deshumanización del hombre. Y todo esto es lo que Lorca plasma en los poemas que componen Poeta en Nueva York dando un cambio total a la poesía cultivada hasta aquel entonces. Es en este momento cuando el poeta adopta las técnicas surrealistas que le sirven para expresar esos sentimientos de angustia, desolación y terror que le provoca el mundo que allí contempla. Mediante largos versos que presentan imágenes deformadas, ilógicas, oníricas, intrigantes y bizarras el autor consigue sumergir al lector en su mundo de horror. Se pierde toda relación con la lógica y entra en juego todo lo irracional, pues aquella sociedad se presenta ante sus ojos como una realidad absurda que aleja al hombre de la vida y lo lleva por intrincados caminos hacia la muerte. En los poemas de este libro encontraremos además una clara influencia del poeta norteamericano Walt Whitman, así como de los cánticos espirituales negros.
En este paseo por la trayectoria poética de García Lorca, no podemos pasar por alto su maravillosa y conocida elegía Llanto por Ignacio Sánchez Mejías, de 1934. Se ha dicho que en ella el poeta alcanza la perfección tanto en la forma como en la capacidad de conmover al lector. Se trata de una hermosa elegía dedicada a su gran amigo el torero Sánchez Mejías muerto en el ruedo en el año 1934. En esta composición Lorca agrupa todos los elementos que han aparecido hasta entonces en su poesía, desde el tono popular hasta las técnicas surrealistas.
Para ir terminando, citaremos la última obra poética publicada por Lorca antes de que su injusta y trágica muerte nos lo arrebatara para siempre. Esta obra se titula Diván de Tamarit y es del año 1935. Este libro atesora dieciocho poemas cortos donde se abre hueco en la poesía de Lorca la temática árabe, las técnicas surrealistas siguen presentes y el elemento popular andaluz de sus primeras creaciones vuelve a cobrar fuerza.
Como obra póstuma, pues el autor no llegó a verla publicada, tenemos una recopilación de sonetos que el autor escribió en la última etapa de su vida y que lleva por título Sonetos del amor oscuro.
Pero la genialidad de este autor no solo está presente en el mundo de la lírica, como dramaturgo alcanzó también un gran éxito con un amplio número de obras. Por ello, dedicaremos otro artículo al excelente y original teatro lorquiano.