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La poesía de Poe

Publicado por A. Cerra

A Edgard Allan Poe (1809 – 1849) lo conocemos por sus célebres cuentos, casi todos ellos modelos de la literatura de terror. Gracias a esas narraciones sigue teniendo un puesto destacado ente los mejores y más leídos escritores norteamericanos de la historia. Sin embargo, la carrera literaria de Poe comenzó con composiciones poéticas.

Lo cierto es que su lírica ha quedado ensombrecida por su narrativa, pero no es menos verdad que es una obra de enorme interés e incluso en su tiempo bastante alabada por otros poetas contemporáneos. Hasta se puede decir que es una poesía adelantada a su tiempo, ya que tiene un carácter muy racional que le lleva al uso de símbolo.

Aunque el carácter tan descriptivo de sus ideas le quita lirismo a esas composiciones, así que como poeta se le alaba más por ser un teórico de lo que se iba a desarrollar más adelante. Y es que al leer sus poemas, vemos su capacidad técnica, pero no consigue atraparnos en ella, quizás al ser demasiado teórica, además de que la obsesión por ciertos temas no ayuda. Por ejemplo la simbiosis que siempre plantea entre la belleza y la muerte.

Una temática que trata hasta en el último de sus poemas, y tal vez una de sus obras líricas más redondas. El poema de Anabelle Lee que escribió poco antes de morir y que vio la luz, una vez que el propio Poe había fallecido.

En fin que la podemos calificar de una poesía revolucionaria y en ello puso muchos esfuerzos, ya que se dedicó años a reflexionar sobre la naturaleza de la poesía. Buscaba comprender de manera racional el misterio de la lírica.

Eso le llevó a explicarse por medio de imágenes y símbolos, algo que alcanzó su cenit como su poema El cuervo, también tremendamente conocido y valorado.

Sin embargo esa búsqueda racional y la creencia de haber hallado algunas de las claves del funcionamiento interno de la poesía le condujo a que a usar de forma reiterada los mismo tipos de versos, hasta hacer que hubiera un ritmo pesado. Lo que unido a lo repetitivo de los temas que trata ha hecho que en la actualidad su obra poética no sea muy conocida ni demasiado admirada.

En cambio es de admirar su constante esfuerzo por desentrañar los misterios poéticos y las búsquedas lingüísticas y expresivas que emprendió para ello, abriendo caminos que otros poetas posteriores si fueron capaces de culminar varias décadas después.