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La tía Tula

Publicado por Lourdes

La tí-a TulaEn el artículo de hoy podrás leer el resumen de la clásica obra de Miguel de Unamuno titulada «La tía Tula», escrita en el año 1907 y publicada en el 1921.

Si quieres consultar la biografía del autor puedes hacerlo pinchando en el enlace directo que te proporcionamos a continuación:

Miguel de Unamuno

La historia comienza presentando a dos niñas que son hermanas que se llaman Rosa y Gertrudis, aunque todos la llaman cariñosamente a ésta última, Tula.

Pues bien, estas niñas quedaron huérfanas muy pronto y se vieron obligadas a irse a vivir con su tío don Primitivo. Allí conocieron a un muchacho joven llamado Ramiro, que vivía cerca y parecía sentirse atraído por Rosa. Tula, que era muy observadora, se percató de ello y no cesó hasta que consiguió que ambos comenzaran una relación sentimental e incluso, años después, se casaran. Y es que, todo el círculo que rodeaba a Tula le tenía mucho aprecio y le hacían caso en todo lo que les aconsejaba pues era muy sabia.

Una característica notable de Tula era su fuerte personalidad y su capacidad para influir en las decisiones de los demás. A pesar de su juventud, tenía una gran madurez y sabiduría que la hacían ser respetada y escuchada por todos los que la rodeaban. Su papel en la relación de Rosa y Ramiro fue crucial, ya que fue ella quien los unió y los guió en su camino.

Cuando Rosa y Ramiro se marcharon a otra casa para vivir juntos, ésta no paraba de pedir a su hermana que la visitara pues era muy dependiente de Tula. De esta forma, y a pesar de que la propia Tula no veía bien que en un hogar hubiera una tercera persona que rompiera la intimidad de una pareja, le hacía el favor a su hermana y la visitaba, por lo tanto, a menudo.

Pasado un tiempo, Rosa tuvo un hijo, Ramirín y Tula, desde el primer momento en el que lo vio, aseguró que al niño nunca le iba a faltar de nada pues su tía Tula haría todo lo posible para que esto fuera así. Y no se equivocó, ya que lo estuvo cuidando sin descanso durante todo el tiempo en el que su hermana se estaba recuperando.

Del mismo modo, cuando Rosa tuvo un segundo bebé, Elvira, Tula siguió tratando a su sobrinos como si fueran sus propios hijos.

Pero no fue hasta el tercer parto, en el que Rosa falleció, cuando Tula se marchó a vivir a la casa de su cuñado pues, por petición de su propia hermana antes de morir, era lo que tenía que hacer.

Años después, Tula y Ramiro llegaron a enamorarse pero, como ella no veía con buenos ojos quedarse con el marido de su hermana alargó tanto la respuesta a la proposición de matrimonio de Ramiro que al final, éste acabó dejando embarazada a la criada que tenían en la casa, Manuela.

Este hecho marcó un punto de inflexión en la vida de Tula, quien a pesar de las circunstancias, demostró su fortaleza y su capacidad para adaptarse a las situaciones más adversas. Su amor por Ramiro, aunque no correspondido de la misma manera, nunca disminuyó y siempre estuvo dispuesta a hacer lo que fuera necesario para garantizar el bienestar de su familia.

Al final, Ramiro y Manuela se casarán, tendrán dos hijos y morirán, con lo que Tula se quedará al cargo de cinco hijos que no son suyos pero que siempre tratará como si fuera su madre.

Pasados los años, cuando Ramirín ya se ha casado y está a punto de ser padre, la tía Tula fallecerá.

Sin embargo, toda lo que había enseñado a sus hijos perdurará para siempre y será la hija de Ramiro y Manuela la que encarnará el papel fuerte y de unión que durante toda su vida tuvo la tía Tula. Esta es la gran lección de la obra: el amor y la dedicación de Tula hacia su familia, a pesar de las adversidades, y su capacidad para mantener unida a la familia en los momentos más difíciles.