Novela de posguerra
La guerra civil española tuvo lugar entre los años 1936 y 1939. Al terminar ésta, al igual que tuvo consecuencias de tipo social, político y económico, también influyó en las artes como la literatura, que es ámbito del que nos vamos a encargar en el artículo de hoy, concretamente nos centraremos en la situación en la que los autores de novela más relevantes de la época se encontraron después a partir del año 1940.
Toda la depuración, las represiones y la censura que abundaron durante la guerra civil española provocaron que los novelistas que vivieron este acontecimiento tuvieran que mantenerse fieles a un código establecido muy rígido.
Las figuras novelísticas que tenían una naturaleza más renovadora en Europa como Marcel Proust, Franz Kafka, James joyce, Aldous Huxley y Lawrence Joseph, no aparecían por ninguna parte sino que prefirieron mantenerse al margen, ausentes.
Por su parte, otros autores que sí eran más accesibles como los autores de Norteamérica, se tomaron como ejemplo e influyeron en la vuelta al realismo de los escritores narrativos hispanos.
Como la situación de la política de ese momento se prolongó durante mucho tiempo, muchos de nuestros más célebres autores se vieron obligados a hacer una autocensura con respecto a sus creaciones. De ahí que la creatividad de las obras quedara en un segundo plano dándole protagonismo a innumerables traducciones que apenas tenían relevancia y que poco aportaban a la vasta producción literaria que hasta ese momento había destacado en nuestro país.
La manera en la que muchos de estos autores narrativos vieron una salida, un camino para el resurgimiento, fue el exilio. Los autores que no tuvieron más remedio que hacerlo fueron los siguientes: Pérez de Ayala, Ramón José Sender, Francisco Ayala, Rosa Chacel, Max Aub, Arturo Barea, Manuel Andújar, Corpus Barga.
Y es que la Guerra Civil española marcó un antes y un después dentro de las creaciones literarias españolas ya que aunque un tiempo atrás se encontraban en auge los experimentos de Miguel de Unamuno o de Valle Inclán, en esta época se dieron por finalizados y los que pertenecían a Pérez de Ayala y Miró directamente se olvidaron. Así pues, todos los escritores, sin excepción, que pertenecieron a esta época literaria española se entroncaron con el realismo del siglo XIX. Solamente podría excluirse de esta lista al autor Pío Baroja, ya que fue el único que se atrevió a continuar creando nuevas obras novelísticas.
De esta forma, el género de la novela empezó a utilizarse de nuevo como un arma que servía como herramienta para cambiar o conservar la situación, al igual que ya ocurrió años atrás, en la segunda mitad del siglo XIX.
Los críticos de este momento literario español se centrarán mucho más en el contenido en lugar de en el estilo,la estructura en la que se desarrollaba el relato o los componentes literarios más formales.