Rafael Sánchez Ferlosio
En el artículo de hoy nos acercamos a la obra del que quizá es el novelista español más importante de la generación de los 50, es el turno de Rafael Sánchez Ferlosio. Se ha dicho de él que es el hombre que más sabe acerca de temas que no interesan al resto de los mortales y, por ello, se aisló y se quedó solo con su saber. Este escritor ha pasado terribles momentos de soledad, siendo la escritura el medio que le ha permitido comunicarse con el mundo exterior.
En el año 1951 escribió la novela que lleva por título Industrias y andanzas de Alfanhuí. En un momento en el que la novela imperante esa de tipo socialrealista, Sánchez Ferlosio escribe esta bizarra novela en la que la poesía y la fantasía se aúnan para contar una historia cercana al realismo mágico e, incluso, a la ciencia ficción. Algún crítico ha observado cierta relación entre esta novela y una escrita por su padre, Rafael Sánchez Mazas, titulada La vida nueva de Pedrito de Andía.
Después, en 1956, se publica la novela El Jarama, quizás la más conocida de este autor. En ella casi no existe un argumento y el tema queda diluido entre las líneas del libro. El protagonista de la novela es un protagonista colectivo compuesto por dos grupos de personas: por un lado, un grupo de jóvenes que están de excursión y, por otro, un grupo de adultos que son clientes habituales de la taberna de Mauricio, que junto con la ribera, son los lugares en los que aparecen los personajes. En la novela se presentan una serie de conversaciones y hecho intrascendentes que se ven detenidos por la muerte de una joven, Lucy, en las aguas del río. A pesar de este suceso, nada cambia y el mundo sin horizontes en el que viven los personajes no se ve alterado. La novela fue un ejemplo para otros autores de la época ya que presenta una construcción muy cuidada. El lenguaje empleado es coloquial, ya que se ajusta a la que sería el habla real de los personajes.
En 1986, cuando parecía que Sánchez Ferlosio había dejado atrás la escritura de novelas, aparece El testimonio de Yarfoz, obra en la cuenta una serie de historias que se desarrollan en un mundo imaginado por el autor.
En el año 1974, el escritor une bajo el título Las semanas del jardín una serie de ensayos creativos. Sus singulares pensamientos aparecen recogidos en obras misceláneas como por ejemplo Mientras los dioses no cambien, nada ha cambiado, de 1986; El alma y la vergüenza ,de 1999; o La hija de la guerra y la madre de la patria, escrita en el año 2002, y donde Ferlosio opina acerca de diversos temas sin preocuparse por resultar políticamente correcto.
Sánchez Ferlosio es también conocido por la escritura de aforismos, a los que él denomina “pecios”, que pueden ser leídos en la obra Vendrán más años malos y nos harán más ciegos.
Se ha dicho de él que es el escritor del siglo XX que mejor maneja el lenguaje, aunque no toda la crítica está de acuerdo en ello. En lo que sí hay unanimidad es en reconocer la sinceridad y honestidad que destilan sus obras.