Romanticismo
El romanticismo es un movimiento que engloba muchos campos: el cultural, el estético, el político y el ideológico y comienza en Europa a finales del siglo XVIII y se extiende hasta la mitad del siglo XIX.
En términos políticos, esta época coincidió con la transición del absolutismo al liberalismo, caracterizado por el individualismo, el defender los derechos humanos y buscar la libertad en cualquier aspecto.
El romanticismo nació en Alemania oponiéndose totalmente al racionalismo que impregnaba la etapa neoclásica y defendía la libertad, el sentimiento, la fantasía y la originalidad contra la razón; lo religioso contra lo ateo; y la fraternidad total frente a las desigualdades de los estratos sociales.
El autor más célebre del movimiento del romanticismo fue Johann Wolfgang Goethe (1749-1832) y su obra más importante, aunque entraría más dentro de las características del prerromanticismo es la denominada «Las desventuras del joven Werther»
La temática sobre la que giran las obras creadas en la época del romanticismo es muy variada: libertad, insatisfacción, amor, desaliento y la belleza.
A continuación vamos a desarrollar cada una de las características que definen la creación literaria de la época del romanticismo.
LIBERTAD EN LA CREACIÓN
– El hermetismo de los modelos neoclásicos deja de utilizarse y se da rienda suelta a la creatividad.
– La poesía ya no imita sino que crea de manera vital y original.
– La finalidad deja de ser didáctica y se centra en provocar belleza y emociones.
– La estructura deja de ser la estricta anterior y mezcla géneros, busca nuevos ritmos y utiliza la polimetría.
– El lengua se caracteriza por ser gradilocuente haciendo uso de la exclamación, la interrogación, el énfasis y la expresividad.
SENTIMIENTO Y CONFLICTO
El autor de la época del romanticismo destaca por expresar sus más íntimos sentimientos y emociones a través de la pluma que se plasma en sus creaciones y no le preocupa en absoluto que el resto del mundo se haga eco de ellos. Y es que en esta etapa creativa, lo que premia es la espontaneidad y no la racionalidad, razón por la cual, el autor siempre se encuentra con un conflicto de sentimientos de conflicto y desarmonía. De este modo, en ocasiones el autor se muestra eufórico, exaltado, apasionado, alegre, lleno de pensamientos positivos, optimistas e ilusionados, por tener la oportunidad de poder visualizar tantísima belleza; y en otros momentos, el poeta tiene una personalidad totalmente contraria pues se siente amargado, triste e invadido por la desolación y el desaliento.
Sea cómo sea, cuando el yo positivo del autor aparece, las intenciones de éste van siempre enfocadas al amor, a la búsqueda de la felicidad con la mujer de sus sueños y la ilusión por poder llegar a conseguir su objetivo. Éste será el ideal amoroso que caracterizará a la mayoría de las figuras más relevantes de la época del romanticismo español.