Séneca
De todos los autores romanos nacidos en Hispania –Lucano, Marcial, Juvenal…- el más importante fue, sin duda, Séneca. Nació en Córdoba, entre el 2 y el 4 d.C., y se fue a Roma muy joven. Allí estudió e hizo carrera política de forma brillante, hasta que fue acusado de adulterio y desterrado a Córcega durante varios años. Regresó más tarde a Roma llamado por Agripina, la esposa del emperador Claudio, para ser preceptor del entonces niño Nerón.
Pasado el tiempo, llevó a cabo uno de sus actos más vergonzosos. Nerón hizo matar a su hermano y asu madre, porque ésta había amenazado con dar el trono al hermano de Nerón. Sénca escribió entonces el discurso que leyó Nerón ante el Senado informando de la prematura muerte de su hermano y del aparente suicidio de su madre. Para ser que, a cambio de tan estupendo favor, Séneca recibió buena parte de los bienes del hermano asesinado del nuevo emperador.
Sin embargo, con el paso del tiempo también Séneca empezó a ser una molestia para el tirano, por lo que fue obligado a retirarse de la vida pública y a disfrutar de la enorme fortuna que había reunido. Ésta es la razón por la que el historiador Tácito se preguntaba cómo había logrado Séneca reunir 300 millones de sestercios en tan sólo cuatro años. Parece claro que Séneca no predicaba con el ejemplo, y una cosa era lo que decían sus doctrinas, y otra cosa muy distinta, su forma de actuar. De hecho, disfrutó de su ingente fortuna hasta que se vio implicado en una conspiración para derrocar al temible Nerón y, una vez descubierta, éste le ordenó que se suicidara. Sucedió en el año 65 d.C.
En lo que respecta a lo que nos ha de preocupar, su amplia obra, Séneca tenía la virtud de no dejar indiferente a nadie. Muchos coinciden en señalar su inmenso talente, pero también en destacar que desperdició buena parte de él. Desde joven se dedicó a la filosofía y su obra filosófica, que resulta muy difícil de fechar, muestra claras influencias de las corrientes cínicas y estoicas. La vida de Séneca transcurrió de hecho en el apogeo del estoicismo, y el filósofo trató de convertirse en el artífice de la reforma social y moral de Roma. Una de sus obras más destacada y extensa son las Epístolas a Lucilio, más de 120 cartas en las que el autor describe la vida romana con grandes dosis de burla. Con el recurso de la ridiculización consigue crear verdaderos ensayos de moral y filosofía. También se le atribuyen diez tragedias entre las que destacan Medea e Hipólito, aunque no está muy clara la veracidad de su autoría.