Teatro nuevo
El panorama literario dramático español de después de la Guerra civil se caracterizó por la aparición de diferentes movimientos como el nuevo teatro de Jaime Salom o el teatro independiente de grupos teatrales de gran relevancia como Esperpento o Tabanque.
Pero no sólo existieron estos dos movimientos, sino que también aparecieron otros muchos independientes con autores que proponían obras alejadas del realismo, al igual que los movimientos anteriormente nombrados. Además, tenían otra característica en común, la de ser un teatro imaginativo y experimental, de manera que se pasa del iberismo desgarrado a la vanguardia utilizando los recursos de la simbología y la abstracción.
Dentro de estos nuevos movimientos teatrales destacaríamos a: Francisco Nieva, José Ruibal y Miguel Romero Esteo.
En primer lugar, Francisco Nieva, nacido en Ciudad Real en el año 1925, no triunfó en España hasta pasados unos años. En el año 1953 decidió mudarse a París y allí conoció al archiconocido autor Arnaud, figura literaria de inspiración de prácticamente todos los movimientos de la época. Lo que hizo tan popular e imitado a éste fue su intención de encontrar una liberación de los instintos y pulsiones a través de no hacer caso, en absoluto, a la norma.
Cuando decidió regresar a España consiguió un puesto de director de escenografía del Teatro Nacional.
Francisco Nieva pasó por diferentes puestos entre los que se puede ver desde una perspectiva artística el teatro, ya que trabajó como escenógrafo, director escénico y, como no, escritor.
Su manera de componer sus obras dramáticas se bifurcaba en dos tendencias. Por un lado, un teatro conocido como «de farsa y calamidad» y, por otro, «el teatro furioso». Un ejemplo de la primera tendencia sería una obra extremadamente imaginativa titulada «El baile de los ardientes» del año 1975. De la segunda tendríamos «La carroza de plomo candente», del 1973, «El combate de Opalos y Tasia», del 1973 y «La señora Tártara», del 1981, con la que consiguió un gran éxito.
Francisco nieva cuenta con muchos más títulos dentro de su obra literaria como: «Las aventuras de Tirante el Blanco», del 1987; «Te quiero, zorra» compuesta en el 1987 y estrenada en el 1988; «Corazón de arpía» del escrita en l 1987 y estrenada en el 1989; «No es verdad», del 1987 aunque representada en el 1994; «Salvador Rosa» del 1988 y «Los españoles bajo tierra», del 1988 y estrenada en el 1992, entre otras.
Otro autor a destacar fue José Ruibal, nacido en el año 1925 trabajó un teatro que en algunas ocasiones ha sido calificado de un «teatro que va en contra del público» pues, perteneciendo al género dramático, sus obras eran mucho más utilizadas como lectura que como representación. Algunas de ellas fueron las tituladas: «El asno», del año 1962 y «El hombre y la mosca», del 1968.
Por último, mencionaremos al autor Miguel Romero Esteo, nacido en Córdoba en el año 1930. Su teatro se consideraba de irrisión y destacaron sus obras tituladas: «Pontifical», del 1968, «Patética de los pellejos santos y el ánima piadosa», del 1970 y «El vodevil de la pálida, pálida, pálida rosa», del 1981.