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Adverbios comparativos

Publicado por Pablo

advcomparativos.jpgLos adverbios son esas palabras que, por lo común, aparecen en el predicado de la oración desempeñando la función de complemento circunstancial del verbo. Algunos lingüistas han dicho que los adverbios son “los adjetivos del verbo”, pues complementan a estos de una manera muy parecida a como los adjetivos complementan a los sustantivos.

Sin embargo, los adverbios también pueden ser complementos tanto del adjetivo, como de otros adverbios. Aunque estos casos son sustancialmente inferiores a aquellos en los que desempeña su función principal, esto es, la de complementos o “adjuntos al verbo”, como su nombre latino indica (“ad-verbum”, junto al verbo).

En los artículos que hemos ido publicando en este blog acerca de los adverbios, hemos hecho referencia a la división más conocida y prolífica que se ha hecho de estos: la semántica, es decir, la que los divide en adverbios de tiempo, cantidad, lugar, y un largo etcétera. Hoy vamos o ocuparnos de otra: los adverbios, al igual que los adjetivos, admiten grados. Son muy pocos los adverbios que realmente añaden esa gradación a la oración, pero no por ello son poco usados: se trata de:

más,

menos, y

tan… como…

para el grado comparativo, y:

muy

para el grado superlativo.

Aquí nos vamos a ocupar del primer grado, el comparativo. Este es activado, como puede deducirse fácilmente, cuando en una oración se establece una comparación entre dos elementos; comparación que puede ser de la más diversa índole. Veamos unos ejemplos:

Mi trabajo es más preciso y más claro que el tuyo

La respuesta del segundo paciente fue menos rápida que la del primero

Mientras me queden fuerzas, iré tan lejos como vayas tu

Aquí nos encontramos esa segunda función que decíamos anteriormente pueden desempeñar los adverbios, esto es, la de complementos del adjetivo, al menos en las dos primeras frases de ejemplo.

Hay que tener en cuenta algunas cosas, sabiendo que aquí los adverbios van a interactuar mucho más a menudo con los adjetivos. Por ejemplo, es necesario saber que un adverbio comparativo es terminantemente incompatible con un adjetivo comparativo. No es posible entonces decir “Mi trabajo es más mejor que el tuyo”, ni tampoco (y esto es un error bastante más extendido), “Mi hijo es más mayor que el tuyo”. En ambos casos estaremos cometiendo una reiteración comparativa. Las formas correctas serían “Mi trabajo es mejor que el tuyo”, y “Mi hijo es mayor que el tuyo”.